jueves, 23 de marzo de 2017

4.10 EL ESTADO MALANDRO (EL PERDON)



ROPA VOLADORA

Es domingo a media tarde y Romeo por fin llegó a Caracas luego de un periplo que lo llevó de Buenos Aires, hasta Nueva York. "La Hermandad", llevó a cabo varias misiones exitosas de punta a punta del continente. Desde sacar los tesoros de Kretina en el territorio Argentino, hasta evitar que Narcosobrinos escaparan de ser condenados de por vida por narcotráfico y terrorismo.

Romeo también aprovecho para conocer a su hijo Andrew Jonas; el hijo que tuvo con su amante y ex compañera de trabajo Aida Jardín.




Pero Romeo, justo antes de volver a Venezuela, tuvo un emotivo encuentro con sus Jefes, cuyos detalles se sabrán en un próximo episodio. De ese encuentro, Romeo vuelve con un ascenso meteórico en el organigrama de “OTRO”. Regresa con la cabeza llena de pensamientos de su vida personal y profesional, que debe organizar.

Fueron casi cuatro meses de ausencia de su casa por extraños motivos de “Trabajo”. Es una tarde fría y sombría de Marzo ¡Clima para locos! Al bajar Romeo del taxi, se encuentra con que Julieida lo observa furiosa por el balcón del apartamento. Ella lo sabe todo y Romeo sabe que no va a ser recibido con un premio. Él mira hacia arriba, a su amada y engañada esposa, cuando de pronto Romeo ve pasar algo que lo alarma:



-Julieida ¡Yo se que las palabras se las lleva el viento!
Que por las veces que he mentido es muy dificil que hoy creas en mi.
¿Quién no se ha equivocado y por error ha herido un corazón?
¡Pues que tire la primera piedra!
Esta noche me arrodillo por tu amor.
¡Perdon te falle y no fue esa mi intención!
Por unas noches de aventura hay un dilema entre tu y yo,
fui infiel lentamente me consumo en el dolor
que me parta un rayo si te miento arrepentido, en mi interior.

Un pantalón le cae en la cara a Romeo. La ropa de Romeo comienza a llover por todo el estacionamiento del edificio.

-¡No soy aquella chica a la que ayer le robaste un beso!
El arcoíris que alumbraba mis mañanas, ha perdido su color.
Cuando se pierde la confianza de quien amas, ya no hay nada no hay razón, por continuar esas novelas si el guion se trata de traición.

¿Perdón? ¿De qué? No me vas a convencer.
¡Por tantas noches de amargura y la soledad en mi habitación!
¡Me fuiste infiel! ¡No te hagas el loco! la victima soy yo.
¡Que me parta un rayo si te perdono! Adolorida en mi interior.

En cada verso, Julieida arroja una o dos prendas de vestir de Romeo, a la vista de todos los vecinos, que no tardan en burlarse o insultar, apoyando a Julieida del sinvergüenza aquel.

-¡Nooooooo no te alejes de mí. Mi corazoncito no palpita sin ti- clama Romeo mientras recoge sus interiores bóxer colgados de la antena de un carro.

-¡Son demasiados sin sabores! ¡Voy en busca de amores lejos de ti!

Luego de semejante recibimiento, a Romeo no le queda más remedio que irse. Casualmente en el mismo taxi que lo trajo del aeropuerto. El hombre no podía perderse el show y decidió quedarse y grabarlo todo.

Romeo llega donde su madre y su abuela (La Nona), quienes también lo reciben con “Chaparrón del Malo”. No es el recibimiento que debería tener un héroe, pero no le queda más remedio que cargar con las penas de su error.

Luego de tomar un baño y dormir en su vieja habitación, con la vista puesta en el montón de ropa, Romeo coloca un poco de salsa romántica para pasar el despecho. La incertidumbre invade sus pensamientos, no sabe qué hacer para ordenar de nuevo su vida. Entre lágrimas sus párpados cada vez más pesados por el viaje y el llanto, se van cerrando hasta quedar rendido.

TANTA AMABILIDAD NO ES GRATUITA


Hoy es uno de esos lunes afortunados en los que HAY ALGO que poder llevar, sin tener que comprarlo en el MERCADO NEGRO (el mercado bachaquero). Han llegado pañales al Farmatel de La Castellana, luego de seis meses de ausencia de los anaqueles. Julieida aprovecha que está cerca, y que Amazon le dio aviso, para probar suerte, y ver si alcanza a comprar. Ella está con Jackeline en brazos. Ese día era lunes bancario, Julieida aprovecha esos días para ir de compras y para compartir con su hija, lejos de las colas que se forman los fines de semana en los parques y los cines.


Por más previsiones que se tomaron los empleados de la tienda y las autoridades, para evitar que se formara la tan molesta cola, que sale en todos los medios de comunicación alternativos y redes sociales, la gente igual salió hasta debajo de las piedras.

En el lugar está “La Reina”, una joven mujer rubia natural, pero de aspecto más bien violento y arrabalero, ordenando a la gente en la cola. Parece un gesto voluntario y cívico de parte de la chica, poner orden y ayudar a las autoridades, pero en realidad lo que está haciendo es ubicando a “su gente”, un tropel de "bachaqueros" del valle y “poniendo en los papeles” a los "bachaqueros" del “flaco y la negra”, que vienen de Petare.

Julieida, que viene de Catia, no dejará que nadie que venga de esos lugares venga a imponerse sobre ella. Ella también es de armas tomar, aunque con Jackeline en brazos, la cosa se complica. Es mejor pasar desapercibida, pero con actitud. La morena de mechitas doradas no logra su cometido, “La Reina” pasa a su lado y mira con atención la carretilla que lleva Julieida. Luego, la mujer observa discretamente en la distancia los detalles de quién podría convertirse en una nueva presa para Yeanfranco, su novio.

-Yan, ven acá.

-¿Qué pasó Lucy?


-Mira esa carretilla.

-Ta bonita ¿Y?

-Chamo esa carretilla es una Luis Buiton- (Louis Vuitton), – ¡Y esa cartera también! Esta es una recién vestida con mucho real.

-¿Tú cree?


-¡Siii chamo! Seguro es la mujel de un milital. Esos son los que tienen real horita.

-Móntale el ojo puéj yo voy a preparar todo.

-Sí pero al salir de la cola para que tu sabes, no me vean. Tengo un plan para hacer esto rápido.


Julieida sigue en la cola de los pañales. Aunque Jackeline es una niña lista y aprendió hace varios meses a decir “pipí” y “popó”, dejando los pañales, Julieida no desaprovecha la oportunidad, ya que las noches son de terror. Jackeline aún no aprende a no hacerse en la cama, y el “pañal ecológico”, no es tan bueno.


-¿Y tú?- le pregunta Lucy,  “La Reina” a Julieida. -Deberías ponerte más alante. Llevas esa chamita ahí, pariendo. Ven que te tengo un puesto-, ofrece la rubia sonriente de cabellos rojos y azules.

-No bueno…

-Vente pueeej mira ahí donde están esas viejitas, yo te pongo y nadie va a decir nada.

Julieida, normalmente desconfiada, más cuando se trata de una líder “bachaquera” de un barrio que no es el de ella, decide ceder al aceptar ofrecimiento. Jackeline está inquieta, pesa mucho y si suelta la bebé saldrá corriendo a jugar, con el riesgo de perderse entre la gente o coger la calle.

“La Reina” coloca a Julieida a casi cinco puestos de la puerta. Ninguna de las mujeres protesta. Si eso ocurriera, una cachetada de la rubia es suficiente para poner reparo.

Media hora más tarde Julieida sale del Farmatel para irse. Jackeline está dormida. Los Bebés dormidos pesan más. Julieida mira a los lados y no ve a Lucy para agradecerle el gesto, sólo el rebullicio de los que están en la cola. Julieida se retira, tomará rumbo a casa.



En una de las calles solitarias de la Castellana, cerca de la avenida principal, Julieida corta camino para ir al metro, cuando de pronto el paso antes de cruzar es interrumpido por un Ford Fusion 2008 color negro. La puerta trasera se abre y Lucy de un empujón hace que Julieida y Jackeline caigan dentro. Julieida no tarda en gritar y patear a la mujer. Yeanfranco acaba con la pelea poniéndole la pistola a la niña en el pecho:


-¡O te quedas quietecita o ella se muere!

-¡NO! ¡Déjala! ¡Déjala!- Julieida abraza a su hija y se escuda con su cuerpo del cañón de la pistola.

Lucy entra con las dos chicas al carro, luego de meter la cartera y la carretilla.


-Dame el celular- le pide Yeanfranco a Julieida. Julieida teme lo peor, han sido secuestradas. La niña no para de llorar y gritar. Julieida entrega el celular por las buenas. Un Samsung dorado (dorado, no de oro), Lucy ríe, toma el celular y lo manipula, cambiando su chip GSM en otro aparato, un celular más sencillo.

-¡Calma a la niña! Y dásela.

Lucy se sorprende con la orden de Yeanfranco. -¿No nos vamos a llevar a las dos?

-¿No, nos vamos a llevar a las dos?- responde Yeanfranco.

-¡NO NOOO! ¿Qué van a hacer?- Lucy emprende a golpes a Julieida en el rostro y le arrebata al bebé. El conductor del carro negro, alias “Memín” toma la Cota Mil en dirección oeste.

-Te vamos a estar llamado querida. No te pongas cómica o no ves más a la muchachita. Así que ¡bájate!

-¡NOOO! ¡Mi hija!- El auto se detiene cerca del teleférico.

El conductor se baja, abre la puerta trasera y de un solo jalón, saca a Julieida del carro entre gritos y llanto, mientras el carro negro se aleja.

Romeo está en la oficina, preparando el papeleo para tomar en forma las nuevas responsabilidades que derivaron de su viaje a Nueva York. De pronto el celular suena. Romeo ve la pantalla, es Julieida.

-¡Aló Corazón!

-¡Se han llevado a la niña! ¡Se han llevado a la niñaaaa! ¡Ayúdamee!

-¿Cómo? ¿Dónde estás?

Media hora más tarde, Romeo recoge a su esposa en el destacamento de los guarda parques, ubicado en la estación del teleférico. Los Guardias recomiendan poner la denuncia ante el Comando Anti Secuestros. Romeo agradece la ayuda y lleva a su mujer llorosa y golpeada hasta la camioneta, donde los espera Horacio y otros dos compañeros de trabajo, Pedro y Ender, el nuevo compañero. Los tres policías de la división de homicidios de la PTJ.

-¿Dónde vamos Romeo?

-Vamos a “La Hermandad”, Horacio, ya todos saben lo que ocurrió.

Romeo no deja de mirar a Ender. Horacio observa e interrumpe el silencio.

-Romeo, te presento al “Huerfanito” Ender. Él es de la división Anti-Secuestros- Ender mira de reojo a Horacio, contrariado por el adjetivo de “Huerfanito”.

-Lo llamamos el “Huerfanito” porque su superior inmediato, quien lo entrenaba y lo llevaba por el camino del bien, lo asesinaron la semana antepasada cuando trataban de robarle el arma. Nosotros investigamos, y sospechamos que fue sicariato. Sus compañeros, malos, que en vez de combatir el secuestro, secuestran también, y pudieron haberlo mandado a matar. Así que decidimos adoptarlo, para que no lo maten también.



-Mucho gusto Romeo y Julieida. Todo va a salir bien.

-¡Romeo por favor trae de regreso a nuestra hija! ¡Que no le vaya a pasar lo del hijo del beisbolista! Por favor que no me la vayan a matar…- Julieida clama muerta de miedo y dolor.

-¡No no no señores! Eso no va a pasar. Ténganlo por seguro. Con su colaboración y los recursos que me han contado “La Hermandad” dice tener, nosotros podremos rescatar a su bebé-, Ender trata de calmar a una desesperada Julieida. Romeo en cambio, mantiene la calma. Él sabe que no puede derrumbarse por el temor. Y si lo hace, no puede ser delante de ella.

Al llegar a “La Hermandad”, en lo que era el fallido túnel que uniría a Caracas con La Guaira, en un recóndito lugar de la montaña. Julieida es recibida por @Doñaspirina quien se ocupa de curar sus heridas y darle un tranquilizante.

@LucioAugustoX, @AliceCooper y @ElPadrino, se reúnen con Romeo y los tres policías Judiciales en la sala de conferencias, donde el grupo tiene reunido el material que Horacio pidió, apenas se presentó la emergencia.

Romeo mira desde la sala a su mujer, golpeada y adormecida por los calmantes, de pronto los temores del momento en que su padre fue asesinado, comienzan a invadir sus pensamientos e interrumpe la conversación que ocurre en la sala:

-¡Horacio!- todos los presentes lo observan. -He estado ausente del país mucho tiempo ¿Qué es eso que todos hablan del hijo de un beisbolista? ¿Es un secuestro que salió mal?

-Si Romeo. Es el hijo de un pelotero que fue secuestrado y donde los familiares participaron en la conspiración. Una banda de la Cárcel del Tocuyo perpetró el crimen. El hombre suplicó ayuda, pero nadie le prestó atención. Por ser una persona fiel al régimen, sólo recibia burlas y desprecio de la gente. Y quienes le prestaban la atención, no podían ayudarlo, porque quienes secuestraron a su hijo, tenían más apoyo del estado. El hombre no tuvo más remedio que pagar, y aún así asesinaron al niño. De la manera más horrible que te puedes imaginar.

Romeo suspira y mira al techo, con las manos en la boca.

-De hecho, las hijastras de la fiscal están secuestradas también, y por la misma banda. En un país normal, deberíamos estar todos ocupados en eso, pero la anomia es total. Todos hacen lo que les viene en gana- sentencia Pedro Margallo.

-Los pranes de las principales bandas criminales del país, dedicadas al secuestro, se reunieron en el Yate de un sujeto llamado Güilber, Pran del Tocuyo.


Allí acordaron que, en vista que es cada vez más difícil captar víctimas adineradas, porque casi todas se han ido del país o tienen demasiada seguridad, hay que secuestrar niños. Es lo que viene ahora. Es angustiante pero, te lo has tomado muy con mucha calma, debes seguir así y hacer lo que te digamos, para que esto termine bien Romeo.

-Seguro Ender…

DEBES REGATEAR SIEMPRE

Han pasado más de doce horas del secuestro de Jackeline. Romeo (@NIMITZCVN76) y Julieida, @Doñaspirina, @LucioAugusto, @AliceCooper y los tres oficiales de la PTJ aguardan en la sala de reuniones a que se dé la llamada de los secuestradores, para pedir el rescate.


El teléfono que los secuestradores le dieron a Julieida suena y esta atiende:

-¡Aló!... chamo mira te voy a pasar a mi esposo para que hables con él.- Julieida le pasa el teléfono a Romeo. Patricia (@Doñaspirina) toma a Julieida y la saca de la sala de reuniones.

-¡Aló!... Sí soy el papá de la niña.

-Mira mama/((&%## tienes que reuní bastante plata para que te devolvamos la chama ¿sabe?

-OK amigo. Dime ¿Qué debo hacer?

-Tiene que reuní cinco millones de dólare.

Romeo mira a los policías y a @LucioAugustoX que también escuchan la llamada. Ender toma la pequeña pizarra de acrílico y escribe, luego le muestra la pizarra a Romeo: “DEBES REGATEAR”.

-Amigo, amo a mi hija y la quiero sana y salva de regreso con nosotros, pero la cantidad que nos pides, es imposible. No tenemos ese dinero.

-No se mama&/&%$#bo tu mujel andaba con un bolso y una caltera que vale como tres mir dólare y la carrucha como cincomir. O sea que tienen plata y bulda.


-Tienes razón amigo. Esas cosas con las que andaba mi esposa valían mucho dinero. Pero cuando se las compré era otra época. Gaste por ellas en bolívares lo que hoy me cuesta un bulto de Panarina. Tu seguramente eres un hombre que le gustan las cosas buenas y sabes que ya no es como antes. No tengo ese dinero amigo, estoy seguro que podemos llegar a un acuerdo mejor para ambos…

-Dame tu nombre y tu cédula.

Romeo mira a los policías. Ender asiente.


-Romeo Martín Gómez Esposto. 23.993.077- los secuestradores cuelgan la llamada.

-Bien amigo. Estuviste mejor que muchos- contesta Ender.

-¿Por qué le pediste regatear? Podemos pagar esa cantidad. Pregunta César Augusto (@LucioAugustoX).


-Negocias con criminales. No puedes acceder a la primera suma que te pidan, porque entonces colgarán y luego volverán a llamar pidiendo más y la cosa se pondrá peligrosa para el rehén. Te explico. La primera llamada es para explorar el verdadero valor del rehén ¿Cuánto tienes? ¿Cuánto vale para el familiar el rehén? Eso en función de cuanto estás en capacidad de pagar.

-¿Por qué me pidieron mis datos?

-Para confirmar tu identidad como padre de la niña. Luego para revisar con sus contactos en los bancos y en la Oficina Nacional de Impuestos, tu capital para pagar el rescate.

Romeo y César Augusto se miran las caras con consternación.


-Les explico. Estos tipos se han desarrollado tanto, que tienen contactos en las entidades bancarias y en la Oficina de Impuestos. No siempre es gente que pertenece a la banda, sino personas que prestan sus servicios para dar esa información. Cobran por ello a quien se los pida. Por cierto que ese servicio va dentro de los costos del rescate. A veces ni siquiera es una persona que ellos llaman para preguntar. Hemos sabido que en el caso de los bancos, es alguien que les da una clave de acceso a su intranet por quince días. La clave caduca y luego deben pagar por una clave nueva.

-@Alice...

-Si @Lucio… ya rastree la llamada. Es en un auto en movimiento en Maracay. Por el desplazamiento entre las celdas.

-¿Le decimos a nuestra gente por allá?

-¡Cuidado! Señores- Interrumpe Ender.- Es necesario que entiendan algo. Los que capturan, no siempre son los que retienen a la víctima y los que negocian el rescate, no siempre son ninguno de los otros dos. Cuidado. Esta gente también aprendió a manejar esto.

Luego de esperar un par de horas, el teléfono vuelve a sonar.

-¡Alo!- contesta Romeo.

-Mira mam%&#”)(//ebo dame Diez Mil dólare y te devuelvo a tu chama. No sé cómo vas a hacé, pero reúne esa plata con la gente de donde trabajas, tus panas todo, todo que ya me estoy ladi&/%$”do.

Ender mira a Horacio y este a César que le da el visto bueno a Romeo.

-De acuerdo amigo yo reuniré esa plata ¿Luego que hago?

-Reúne los riales. Te llamo más talde. Y ya sabe. Si vas con la policía te mato la chama y más atrás vamos pol tí, relambehu##$"!- La llamada termina.

-Llamaron desde otro número pero esta vez en Caracas. Un auto o motocicleta. Iban más rápido- responde Jorge (@AliceCooper). Luego de pensar unos segundos, Jorge llega a una conclusión.-La llamada es en conferencia, para ocultar el origen real. Amazon vamos a revisar el historial de ambos teléfonos.



Luego de unos minutos de análisis el resultado es más sorprendente. -¿297? ¿Un número de Aruba?

-OK, es una banda grande la que tiene a tu hija, Romeo. Usan teléfonos con línea extranjera. Es para hacernos la vida imposible al rastrearlos. Usan hasta teléfonos satelitales con comunicación cifrada.



Romeo se inquieta con las palabras de @AliceCooper y las de Ender.

Pasan seis horas, el teléfono vuelve a sonar.

-¡Aló!

-¡Soy yo! ¿Qué pasó? ¿Tienes los riales?

-Sí. Si los tengo.

-Depositalos en el BAREXCO que queda dentro de la calcer del Tocuyo.

-¿Perdón?

- Anota ahí 364. Tú te presentas ahí y a quien te pregunte le dices que vas pal banco y le das ese número, 364 ¡Allí te dicen como es todo diablo!

-364 ¡OK!

-En la entrada del banco le vas a dá ese número al vigilante y el te va a dá las intrusiones ¿OK?

-¡Bien Bien!

Los tres policías tienen caras de alivio que no pasan desapercibidas por los miembros de “La Hermandad”.

-¿Qué sucede?-, pregunta César Augusto.

-Buenas y malas noticias- contesta Horacio, -¿Tienes forma de darnos un mapa de Caracas?

Amazon proyecta el mapa de la ciudad en la pizarra electrónica de la sala de reuniones. Y Ender comienza la explicación:






-Primero las buenas noticias. De las 150 bandas que secuestran gente en la ciudad, tu hija puede estar en manos de tres. La banda de Güilber, la banda del “Caleño”, o la banda del “Chino Jum”. Ellos son tres de los cinco Pranes del Tocuyo. Los otros dos sólo se dedican a “picar carros”, o sea robar carros y desarmarlos para vender sus partes.

-Si tu hija la tiene Güilber, la deben tener “guardada” en el barrio “Los 60”, en El Valle. Si la tiene “El Caleño”, la tienen en la Bombilla de Petare y si la tiene “El Chino Jum”, está en la parte alta del Guarataro- complementa Ender, mientras Horacio hace círculos en las zonas de influencia de las bandas.


-Eso es de extremo a extremo de la ciudad.

-Sí Romeo. Ahora vienen las malas noticias. Debes rogarle a todos los santos que conozcas que tu hija la tenga “El Chino Jum”, porque- Ender suspira y mira a sus colegas, Horacio y Pedro- Si tu chama la tiene “El Caleño”, tenemos menos de 36 horas antes que se la lleven a Colombia y no la veas más. Peor si la tiene Güilber. El mata a los rehenes así pagues. Son pocos los secuestros de Güilber que salen bien. Mira lo que le pasó al hijo del beisbolista. Su banda fue quien lo secuestró. La gente no se termina de recuperar de eso. No en vano es el Líder Pran del consejo en esa cárcel. Es su forma de demostrar que él es el peor en ese lugar.

Romeo se pone de pie, se lleva las manos al rostro. En la oscuridad piensa en su hija. En los gritos de “Papá” cuando Romeo vuelve de la oficina y el llanto desconsolado cuando “Papá” o “Mamá” la dejan en la guardería para ir a trabajar…

-¿Cómo es posible que desde la cárcel estos tipos…

-Bueno, es la razón de ser de ustedes. Es todo lo que tiene que ver con esta gente que nos gobierna y que son nuestros “Jefes”, Romeo. Recientemente colocaron Jammers en todas las cárceles para evitar que los Pranes tuvieran libertad de llamadas celulares, y lejos de lograr eso, lo que lograron fue crearles un nuevo negocio a los del Ministerio de las Cárceles. La venta de la clave del Jammer. Los Pranes deben pagar semanalmente por la clave para poder llamar con sus celulares ¿De dónde sale la plata? De los secuestros, las extorsiones, los carros robados, los esclavos que pagan por sus vidas…- responde Horacio.

-¿Y cómo es eso del banco Horacio?

-¡Es más de lo mismo! Si en una cárcel hay discoteca o piscinas ¿Por qué no haber un banco? Además, la época en la que le dejabas el rescate en una bolsa de papel, para que un motorizado misterioso la recogiera, es cosa del pasado. De hecho, el pago del rescate era el punto débil de la operación. Allí podía hasta morir el líder de la banda. Además conlleva otros riesgos. El cobrador del rescate podía ser interceptado por policías corruptos o malandros de otras bandas que le podían quitar el dinero. O peor, que el cobrador decidiera huir con la plata. El rehén terminaba muerto, porque el Pran se quedaba sin su pago. La solución: Instalar un Banco dentro de la cárcel. En la seguridad y comodidad de una instalación bancaria, las víctimas van y pagan los rescates y las extorsiones.

-¿Y esos bancos son unas mamparas? ¿Utilería con un tipo que sólo saca bien las cuentas? O unas entidades bancarias de verdad, amparadas por la venia del estado?

-Ustedes son “La Hermandad”, Romeo. Se supone que conocen las relaciones de poder de este régimen, mucho mejor que nosotros- responde Pedro Margallo, quién había permanecido en silencio durante toda la negociación.

-Bueno señores. Es hora de ir a pagar y sabremos quien tiene a la niña. @AliceCooper, es momento de interceptar todas las llamadas que puedas, que provengan de esa cárcel. Ahí veremos quien tiene al bebé- sentencia @LucioAugustoX.


BAREXCO
“TU BANCO AMIGO”

Son las ocho y media de la mañana en las afueras del “Penal de Máxima seguridad del Tocuyo”. Otrora la cárcel más moderna y segura del país. Dedicada a albergar reos de alta peligrosidad: asesinos y violadores seriales, miembros de bandas armadas dedicadas al robo de bancos, instalaciones mineras y petroleras, policías y políticos corruptos y capos de la droga. Ahora, es un tugurio superpoblado, donde los criminales son la ley.

Romeo (@NIMITZCVN76) baja del puesto de copiloto del Subaru Imprezza de Piero (@ElPadrino). @ElPadrino, @AlfayOmega y @Blackman esperan en el auto, fuertemente armados por si acaso se presenta cualquier eventualidad. La cola de visitantes es larga y algunas mujeres están protestando al ver que Romeo pasa de largo hacia la caseta, cargando una bolsa de papel en la mano, este, se presenta ante los Guardias Nacionales. El Sargento García y el Cabo Reyes están viendo un partido del mundial de beisbol en la televisión por cable:

-Buenos días.

-¡Has tu cola civil! No quiero pe%&$ con estas viejas.

-No amigo. No vengo a visitar. Voy al banco.

Los guardias, se ponen serios- El número y la cédula laminada- le pide el Sargento García.

-364- Romeo les da la cédula de identidad.

-Pa ver la bolsa.


-Son Diez Mil dólares en billetes de cien. Pero si hay que pagar algo más preferiría no descompletar ese dinero.

-¡Ja! ¿Qué tú nos viste cara de muertos de hambre? ¿Corrutos? ¿Lambucios?

-No era mi intención ofenderlos, solo quiero salir de este problema y recuperar a mi hija.

-¿Hija? Aaaayyyy vale ¡A este le secuestraron a la hija!

-Sí sargento, estos tipos cada día están peor, Ya la vida humana no vale nada desde hace mucho tiempo en este país- responde el Cabo Reyes.

Romeo comienza a impacientarse, visiblemente. Entonces el Sargento García remata:


-Ojalá que no la tenga el Güilber, porque ese fue el que mató al hijo del beisbolista.

-Eso me dice todo el mundo.

-Bueno tú tienes cara de tipo normalito, pendejito civil ahí. Ese pelotero también andaba en vai/(&% y hay un rollo familiar ahí, y ese chamo compraba vai&&%# robadas. A ti no te va a pasar nada. Es más, pásenos diez mil ahí para comprar un fresco en la bodeguita puej. Y así le digo donde es el banco.

Romeo saca de su bolsillo un paquete de billetes de 100 bolívares a los guardias y estos abren el portón, ante las quejas de las mujeres. García las increpa “Cállense viejas we/(&$# que el señor va pal banco ¿O es que qué?”.

En el corredor limitado por cercas de alfajol, malla de alambre, y alambre de púas se pueden ver las montañas de basura, cientos de hombres descamisados y flacos, medrando en el patio. El Cabo Reyes acompaña a Rome para aprovechar comprar los refrescos. Por un lado de los dos, pasa en dirección contraria  un hombre llevado a dos cadáveres en una carretilla.

-¿Qué fue?- pregunta Reyes.

-Debían tres días de escalón y les salió "desalojo". Les va a tocar dormir en “la caballeriza”.

Romeo no se horroriza de las cosas que ve, ni de los gritos que oye, ni de la pestilencia nauceabunda que aromatiza la atmósfera. Romeo sólo piensa en su hija que seguramente no para de llorar, que a lo mejor no ha comido bien y el sufrimiento de Julieida que está al borde de la locura del dolor. Las imágenes de un final trágico se mezclan con las de su padre asesinado.

-¡Llegamos!- avisa el cabo.

-Romeo queda sorprendido de ver en la planta baja del pabellón 5, tres locales comerciales: Una discoteca llamada “JON KON”, de la que salen varios muchachos que por sus vestimentas no parecen ser presidiarios, un automercado Día y Noche y en medio de los dos, una agencia del banco BAREXCO. Los tres locales y el frente de los mismos, pulcros, como si se tratase de un centro comercial. El Cabo Reyes se retira, deseándole suerte a Romeo.

Romeo entra por la puerta de vidrio templado. Definitivamente, es una agencia de BAREXCO con todos sus detalles. Hay tres taquillas, dos cajeros automáticos, caseta de vigilancia blindada, un cubículo para atención al “cliente” y el cubículo del gerente. Solamente algunas cosas que jamás se verán en una agencia “normal”, delatan lo irregular de la banca: Los vigilantes del banco, usan Kalashnikov; los dos cajeros automáticos de la entrada, dan billetes del nuevo cono monetario; los cajeros, todos hombres, están vestidos de camiseta, gorra y mandan mensajes por el celular; y la distinguida clientela, de las diez personas que esperan en las sillas acolchadas color verde, son personas asustadas y angustiadas.

-¿Qué quiere usted?- amenaza uno de los vigilantes de la entrada con su Kalashnikov, golpeando a Romeo con el cañón en el pecho.

-Voy a pagar…

-¡El número! Y la cédula.

-364.- El vigilante teclea en la máquina dispensadora de tickets el número dado por el secuestrador y chequea la pantalla contra la cédula.



-¡Tenga! Su ticket con el número y llene esta planilla con el número de cuenta que aparece en la cartelera, el segundo cartel. Espere que lo llamen y deposite.

Romeo va a la cartelera y observa que hay  tres carteles. Cada uno con un nombre y un número de cuenta. El de Romeo está a nombre de Rondulfo Prieto. En el mando central de “La Hermandad”, Horacio confirma que Rondulfo es un preso de esa cárcel, muerto hace cinco años. Amazon confirma que es un fiel votante de Panelo y  el PUFS, en todas las elecciones. Luego Ender completa la reseña histórica del personaje, indicando que Rondulfo es familiar de una de las mujeres de Güilber. Las probabilidades que esta banda tenga a la hija de Romeo, son muy altas.

Romeo se sienta en las sillas de espera, y observa como uno a uno, los clientes pasan por la taquilla para pagar sus “obligaciones” para con los pranes de la cárcel. Una mujer llora en la taquilla 2, un mal encarado cajero, ordena al vigilante echarla del banco. La mujer clama por su hijo. A diferencia de los bancos “normales”, ninguno de los clientes comenta, sólo hay miedo y tristeza, excepto por los residentes de la cárcel, que son llamados en la taquilla 1 para cobrar “algo” o para pagar por alguno de los servicios que se dan en la cárcel, como el alquiler de escalones, por ejemplo.

Romeo no deja de detallar la agencia. Las taquillas con cristal blindado, los artefactos de las taquillas, son marca Olivetti, NCR o IBM, similares a las de los bancos. A pesar de la informalidad en las indumentarias de los “empleados”, estos lucen muy circunspectos y hacendosos. Pareciera que la agencia es “legal” dentro de lo irregular que puede resultar un lugar así en medio del infierno carcelario.

Suena el 364. Romeo se pone de pie y va a la taquilla dos. Al mismo tiempo entra por la puerta un tumulto de veinte presos escandalosos que van a conversar con el “gerente”. Romeo ve todo aquello de reojo, para no llamar la atención de alguno de los delincuentes.


-Echa pa cá- ordena el cajero a Romeo, pidiéndole la planilla de depósito y el dinero.- ¿Diez Mil dólares? Naaa web()/%$aa. Cada día están más poquitos estos rescates. Parece que la gente que podía pagar de un millón parriba se fue pal co)=&$#.- comenta el cajero.

Uno de los hombres que lideraba el grupo de presos, que fue a conversar con el “gerente”, entra al área de los cajeros acompañado de este.

-¿Qué fue el mío? Sabes que no puedes entra pacá- increpa el cajero de la taquilla 3.

-¡Nada merwe&/%$! Aquí me tienen que respondé por esos riales.

-¡Bueno ese fue el familiar que depositó equivocao ese rescate! Tienes que esperar 72 hora pal reverso.

El cajero que atiende a Romeo lo captura mirando la discusión.

- Ya tienes bastantes p$%s en la vida, el mío. Mirame a mí, y la cruz nueva de fantasía que me compré. Son treinta mir si quieres una igual. O mejol, mira pal suelo, es de granito pulío, ese lo pulí yo con una máquina que me robé en una contrución-

-Romeo has caso, ese que protesta allí, es “El Chino Jum”-, confirma Horacio desde el mando central. Romeo desvía la mirada al piso, pero no deja de escuchar.

Uno de los Luceros del “Chino”, se acerca al cajero y comienza a hacer preguntas indiscretas:

-¿Y ese depósito pa quién es?

-Rondulfo chamo- contesta el cajero.

-¡Oooooñioooo otro pál Güilber “Arenita playita”!

El temor invade el alma de Romeo ante la confirmación del lucero del “Chino”. Güilber tiene a su hija. Romeo ante el miedo de perderlo todo, no logra escuchar las palabras de @LucioAugustoX ordenando que todos se movilicen para entrar en el barrio los 60, a practicar un posible rescate.



-¡CHAMO cállate y vete de aquí! Trabaja, trabaja. Pon tu gente a trabajá y deja la envidia- le dice el cajero al hombre, sacándole una escopeta recortada-, el tipo indiscreto se retira sonriente y con las manos en alto. Se escucha un disparo, pero de otra escopeta. La distinguida clientela del banco grita y arranca a llorar. El vidrio de la caja 3 está completamente empañado en sangre con grumos de carne y cabello. Los cajeros de las cajas 1 y 2 miran aquello y ríen a carcajadas. –Yo se lo dije a él, tienes que comprobá el ticket contra el depósito, pero él hace lo que le da la gana y ahí tiene ¿Él no es malandro? Pa que sea serio. Y tú no seas chismoso y vete de aquí, a esperá que te llamen.- así despide el cajero a Romeo.


Romeo sale  tembloroso de la agencia, dándole paso a un presidiario famélico y sucio, que viene con una carrucha de limpieza, manchada de sangre y con agua sucia de un tono rojizo casi negro. Nada de lo que vio en la cárcel le causó miedo o asombro. Nisiquiera el vidrio lleno de sangre y el cadáver descabezado en la taquilla. La confirmación que el Güilber y su banda de asesinos del barrio los 60 del Valle, tienen a Jackeline lo agobia. Recordar el dolor de la muerte de su padre, hacen flaquear sus piernas  y su estómago también. Romeo se sujeta de la cerca de alfajol y vomita lo poco que comió en 24 horas. Rápidamente se restablece y camina hacia la salida, viendo venir rápidamente al hombre de la carretilla. Seguro va rumbo al banco, Otro inquilino, dormirá gratis en la caballeriza.




DEUDAS POR COBRAR

 Mientras Romeo paga el rescate en la Cárcel del Tocuyo, en una casa, escondida en lo más recóndito del barrio los 60 del Valle, el llanto de un bebé no para. Lucy, la mujer de Yeanfranco, trata desesperadamente de calmar a Jackeline, que no cesa de pedir por su mamá y su papá, desde que fue secuestrada.

-¡Calla esa mi%&# Yaaaa!- Grita el malandro al borde de un ataque de nervios. El tipo está pensando seriamente meterle droga al bebé para que deje de llorar o simplemente matarla de una vez por todas.

-Lucy en cambio, invadida por un extraño sentimiento maternal, toma a la bebe en sus brazos y la lleva hasta la cama de la pequeña habitación. Trata de cantarle una canción de Reggaeton, mecerla y de explicarle que sus papás vendrán pronto.-Come galletas mi amor…

-¡No quiereeee! ¡No quiere atetaaa! ¡Quiere Mamma! ¡Quiere Pappaaa!- como una grabadora el bebé repite una y otra vez las mismas cuatro frases.

-Esto de los niñitos no me gusta nada. Llora demasiado ¡La voy a matá!

-Chamo, no voy a dejá que le hagas lo mismo que al hijo del pelotero. Él no lloraba. Él estaba tranquilito.

-nnme interesa ¡Ooo/&%%da!

Lucy mira entre las cosas de Yeanfranco y de pronto una idea llega a su mente.

-¿El teléfono de la chama ya se lo diste a Javier?

-¡Sí! Ahí le saco los chips porque él no hace nada con eso. Los tiré allí en la mesita.

La chica revisa intensamente la mesa de noche. Con desdén retira los “juguetes” de Yeanfranco: las pistolas, las colonias, dulces, preservativos, dildos y granadas, hasta que encuentra varios chips GSM y varias memorias Sim Card. Lucy toma las cuatro Sim Cards y comienza a probarlas en su tablet. El tercer chip es el ganador. Es el la memoria del teléfono de Julieida.
Ver las fotos de su papá y su mamá, calman al bebé momentáneamente. Jackeline abraza la tablet y llora, pero con menos escándalo. Lucy logra darle a comer galletas. Han pasado dos días y la bebé sólo ha dormido por instantes y luego se levanta llorando y clamando por sus padres. Tampoco ha comido mucho.


-Chamo, llama a ver si ya pagaron, pa ver si la regresamos. Mira me da mucha cosa. No es lo mismo llevarse gente grande ¿sabes?

-¡CALLATE! Te dije ya. Esto es un negocio. Voy a ve…

Jackeline sabe manejarse con la tablet, Julieida suele darle su celular para jugar y con apenas 2 años, el bebe ya sabe conseguir los videos musicales de Youtube y las fotos que su mamá le suelen tomar. De pronto la niña reproduce un video donde se escucha la voz de su mamá y una voz masculina, que es reconocida de inmediato por Yeanfranco, que trata de contactar a Güilber, el Pran que maneja todo lo relacionado con el rescate.

-Dame acá- Yeanfranco le quita la tablet a la niña y esta arranca a llorar con gritos de nuevo.

-¿Qué te pasa chamo? ¡Ella estaba tranquila vale! ¡Te voy a dar tu coñ/(/%#$ pana! Me estás haciendo arre&$#0r de pana.

-¡Ya va! ¡Déjame ve!

Es un viejo video de la graduación de Julieida como técnico superior en administración. Aún no conocía a Romeo. En el video, está Moraima, la mama de Julieida y Yubisaida, su hermana. La voz es de quien toma el video. Yeanfranco está ansioso por saber quién es. En la escena Aparece Julieida vestida de toga y birrete negro, abraza a su mamá y a su hermana y luego se abalanza sobre el camarógrafo. El teléfono con el que están grabando el video gira y por fin aparece el personaje que graba, en una pose selfie con Julieida. Es Yeferson, el hermano de Julieida.



-¡Tio Yeye! ¡Tio Yeye!- grita la bebé entre lágrimas.

Yeanfranco tira la tablet arriba de la cama, mientras Lucy se acerca a ver el video. Lucy está aterrorizada. Le da la tablet a Jackeline y mira a Yeanfranco inquieto llamando al celular, para contactar a su jefe. Yeanfranco se va a la pequeña sala de su rancho, y muy cerca de la entrada se pone a conversar con su jefe.




-¡Aló!

-¿Qué más Güilber? Jefe mire le tengo una novedad con lo de la nenita.

-¿Qué pasó?

-Nos pusimos a ponerle las fotos de la mamá en una tablet para que se calmara ¿vé? Y me encontré con una sorpresita.

-¿Cuál?

-La muchachita es familiar de Yefelson ¿Se acuerda? La Rata esta del “COLECTIVO” allá en Catia. Que vinieron aquella vez y se metieron con la policía pa cá pal barrio y nos mataron un gentío.

-¿Tu eres we((&%$? ¡Eso no se me olvida más nunca! Por él caí yo preso. No me mataron porque yo tengo mis padrinos y si no es pol mi padrino Rondulfo, a mí me matan llegando al Tocuyo- Güilber que estaba echado en una poltrona de cuero, estaba siendo acariciado por un par de mujeres. Al saber del hallazgo se pone de pie y revisa una tablet que está sobre la mesa, al lado de unas pistolas y varias líneas de cocaína rosada.

-El papá de la muchachita es un burguesito. Un “pen%%$#ito”. Ya lo vi por la cámara del banco. Ya el depósito está. Mátala, que ya lo voy a llamá.

-¿Cómo?

-Mátala. Como al hijo del beisbolista. Ya tú sabes matá muchachitos. Eso es lo tuyo.

Romeo va por la Autopista Regional del Centro, a la altura de Paracotos, de regreso a Caracas a toda velocidad. De pronto el celular usado por los secuestradores para contactar a Romeo suena. Todos en el auto miran a Romeo. Kenia, desde el asiento trasero, pone su mano derecha en su hombro. Romeo contesta.

-Aló. Ya pague lo que me pediste ¿Dónde recojo a mi hija?

-Mira chamo. Yo no sabía que eras cuñado de Yefelson.

-Sí. Pero él murió hace tres años.

-Bueno mira él me tiene unas cuentas pendientes. Unas cuentas que no se han saldado ¿sabes? ¿Cómo hacemos?

El rostro de Romeo se pone blanco como el papel. Todos en la camioneta se dan cuenta. Solamente @ElPadrino puede escuchar por el bluetoooth la conversación y los miembros de “La Hermandad” en el Mando Central. Piero busca orillar el auto, porque la cosa se va a poner intensa.


-Amigo. Cualquier cosa que Yeferson te deba y necesites cobrarla, yo te la pagaré. Entrega a mi hija con su madre. Yo se que mandas en esa cárcel, yo puedo regresarme y hablaremos. Puedes tomar mi vida a cambio si eso te satisface. Pero por favor devuélvele la niña a su madre. Es un bebé. Lo que sea que Yeferson te haya hecho. Ella no lo hizo. No tiene por qué pagar.- Explica Romeo calmadamente, pero con lágrimas en los ojos.

-No tiene gracia el mío. Si yo te mato a ti ¿Cuál es gracia? La mamá queda con la muchachita. Te entierran, la mujer va con a otro marío, y todos felices para siempre. ¿Pa qué yo quiero que tu mujel sea felí? ¡Quiero velos sufrí a los dos! Revisen en los basureros del Valle, que allí seguro vas a conseguir tu muchachita. Chao.

Todos los que escucharon la llamada se llevan las manos a la cabeza. Y los que no la escucharon quedaron en silencio sabiendo lo peor. Romeo se quedó cerca de cinco minutos en silencio con la mirada perdida. La mirada que Piero recuerda claramente cuando ambos tenían 11 años, y el padre de Romeo había sido asesinado.

-¿Cómo le diré a Julieida lo que pasó? ¿Cómo le diré a su abuela y a la Nona?
¿Qué voy a hacer? Si vuelvo y los mato a todos. Si a todos, mi hija no volverá. Así como nunca volvió papá ¿Por qué?

Kenia baja de la camioneta y abraza a Romeo. Los demás observan en llanto el sufrimiento de su amigo.

@LucioAugustoX le ordena a Piero, volver, para pensar con calma cuales serán los siguientes pasos.

Piero inicia la marcha, en dirección a Caracas. Hay tristeza dentro del auto. Aún así, Piero no pierde la concentración en el camino. Constantemente mira o que ocurre en la vía, a su alrededor. Y es muy detallista y recuerda lo que ve venir y lo que viene detrás.


Por eso Piero, no pudo pasar desapercibida la breve escena de un (o una) motociclista con un kanguro y lo que parece un bebé con un casco rosado inmenso, circulando por la vía contraria, a más de 200Km/h. Eso le hizo recordar la tragedia personal de la ahijada perdida, a lo que Piero, negó con la cabeza, la irresponsabilidad de ciertos padres que montan a sus hijos desde muy pequeños en una moto.

Luego de avanzar unos kilómetros, Romeo se restablece:

-Amazon. Llama a ese mald%&$# y a todos los demás pranes que gobiernan en esa cárcel, también, pero ponlos en escucha solamente.- Amazon asocia la orden a llamar al Güilber y a los otros cuatro pranes de la Cárcel del Tocuyo.

-¡Aló! ¿Quién es?

-Soy yo de nuevo.

-¿Quién yo?

-Al que acabas de matar a su hija, perro.

-¿Cómo tuviste este número pa&/%uo?

-No te importa. De la misma forma que llegaré hasta ti para matarte.

-¡Jajajajaja! Mira pues ¿me saliste alzaito? ¡No te equivoques mama//%$#!

-¡Callate!

Los demás pranes, que escuchan la conversación tratan de hablar y preguntan que pasa allí.

-Voy a acabar contigo y con tu negocio; y con los negocios de tus amigos. Y lo peor es que voy a tener que competir con tus amigos a ver quién te mata primero, porque las desgracias que están por ocurrir sobre ti y sobre tu cárcel, van a ser culpa tuya.

-Jajajaja… ¡Que aquí te estoy esperando paj&/%##! ¡MAMA&/%#"!

-Amazon. Convierte en un caos las comunicaciones dentro de esa cárcel y en un radio de tres kilómetros a la redonda.


LA FALSA ONSLP

Mientras Romeo depositaba el dinero para el rescate de su hija, se confirmaba que banda la tenía secuestrada en Caracas, la famosa banda del barrio el 60, de Valle. Mientras se daba ese proceso de confirmación, Horacio, Pedro y Ender, junto con unos amigos del BAE, sumado a @Largo y varios amigos de “La Causa”, entre las fuerzas especiales del ejército, organizaron una falsa ONSLP (una operación de hombres nuevos socialistas liberadores del pueblo… sin H, recuerden que esos acrónimos los invento Nicodemo).



No le fue difícil a Amazon inventarse los oficios y los radiogramas respectivos para ejecutar dicha operación. Tampoco fue un problema que los superiores ni les interesara que estaba sucediendo, pues total, ellos andan muy ocupados en sus operaciones corruptas, que son más lucrativas. En tiempos en que la decadencia ocurre de manera vertiginosa, no hay tiempo que perder, ganar dinero en dólares o euros, es la prioridad del Generalato.



Yeanfraco, parado cerca de la puerta de su casa, termina de hablar con su jefe sobre el destino que le deparará a Jackeline. El guarda su teléfono, se saca la pistola y se dirige hacia el cuarto, para matar al bebé. En la escena solo se ve la puerta de metal, color gris, medio oxidado. Se escucha un disparo. Unos minutos más tarde, se escuchan varias ráfagas de disparos. Son disparos de varios tonos sonoros. Se puede inferir que unos son de Kalashnikov, otros de M4 o AR15, algún fusil europeo, tal vez. Algunos gritos, disparos aislados, la puerta cae con una explosión, entran seis agentes del BAE. El primer operativo táctico, entra en la casa y apunta su fusil Steyr AUG al frente, mientras el que va detrás cubre los laterales tras del primero. Más atrás, pistolas en mano, entran Horacio Pantoja y sus pupilos, Pedro Margallo y Ender González.


Desde el momento en Yeanfranco culmino la llamada que sentenciaría de muerte a Jackeline, hasta el que los agentes derribaron la puerta, ha pasado una hora. Los cinco agentes se dirigían hasta el pequeño cuarto, cuando son detenidos por un hallazgo inesperado. Es un cadáver tirado en la puerta del cuarto. Los pupilos de Horacio miran aquello y preguntan si fueron ellos. Horacio les responde:


-Vean bien, vean a su alrededor y se darán cuenta que esto ya estaba así antes que nosotros llegáramos- Horacio entra al cuarto y observa toda la escena. Incluso establece el punto de origen del disparo al ver la sangre en la pared, cerca del techo. Pedro Margallo, en cambio, va a la sala que está compartida con el “comedor” y la cocina. En la puerta del refrigerador, está una foto a color, impresa en papel bond carta, bastante descolorida por la humedad, la grasa y el calor. Es Lucy con Yeanfranco en la playa, en la posición típica del “perreo”.

-¡Ender!

-¡Dime!

-¿Esta mujer no es la “Loca Lucy”?

-¡Caramba! Si.

-¿Quién es ella?- pregunta Horacio.

-Es una “reina del bachaqueo”, es la que originó el tiroteo en el Haydetodo de la Urbina, el sábado cuando llegaron los pañales.

-¡Ah ya se!- Horacio se acerca a la foto. De pronto los tres PTJ son interrumpidos por @Largo que entra por la puerta del Rancho.

-Señores, en la casa del frente acabamos de liberar a cinco rehenes. Entre ellos las dos hijastras de la Fiscal, “La Guacamaya”.



-¡Ah qué bueno! Así que serán menos las preguntas y más las condecoraciones. Esas niñas, tenían una semana secuestradas. Nadie está seguro en este país- responde Ender.

-¿Y la hija de Romeo? Estos malandros- señala @Largo a tres muchachos detenidos, con el rostro tapado con sus franelas y atadas sus manos con tie-wrap, me dijeron que los niños son la especialidad de la pareja que vive aquí.

Los tres agentes de la PTJ se quedan viendo fijamente a @Largo, sin decir una palabra.

TODOS AMAN A LUCY


Lucy es conocida por sus amigos, y enemigos, como: “La Reina”, “La Catira”, La “Loca Lucy”, o simplemente Lucy.


Lucy es la reina de las colas que se hacen en el CCCT. Si es en el Haydetodo o en el Supermercado Gallego, siempre se la ve, acompañada de algún novio, que cambia cada tres meses. Este mes le toca a Yeanfranco. Cuando no hay productos regulados en el CCCT y administrar la cola es un despropósito, Lucy se va con sus amigas para el metro a robar celulares, dejando una estela de víctimas a su paso, desde Chacao hasta Plaza Venezuela.

En las noches, Lucy sale con su novio de turno, a secuestrar gente en el Este y Sur Este de Caracas. Eventualmente forma parte del grupo que cuida y le hace maldades a los secuestrados, hasta que los familiares pagan el rescate. Y de nuevo, al amanecer, vuelve a su rutina de “bachaquera”.


Lucy es una mujer violenta, inestable e impredecible. Nadie sabe lo que piensa, hasta que sus pensamientos se materializan en una acción, donde alguien termina insultado, golpeado, robado, secuestrado, muerto, o todas las anteriores juntas. Ella pertenece al reducido grupo de mujeres que viven del mundo del hampa, dando un paso más allá de ser sólo la novia del malandro. Tiene diez muertos encima, cuyas figuras en forma de muñequitos de palitos, lleva tatuados en el hombro izquierdo. Dos de ellos, hombres que creyeron que podían ponerle la mano encima. Uno que “soño” que podía violarla, y otro que “creyo” que era de esas mujeres que le gustaba que la golpearan. Por eso nadie se mete con Lucy.

Pero Lucy no siempre fue así. Hace cinco años, era una hermosa estudiante que cursaba el quinto año en un liceo en Las Adjuntas, donde vivía con su madre y sus dos hermanos. Nunca dejo de ser una chica picara y enamoradiza. Su lema era:

“Las chicas buenas van al cielo, pero las malas van para todas partes”.

Lema que tiene tatuado con letras germánicas, justo encima del pliegue entre sus dos pechos. Eso no le impedía ser una chica hacendosa y dentro del promedio de 12 puntos de 20, en sus estudios, lo cual, en el “Sistema Educativo del Socialismo del siglo 21”, significaba echarle bastante “pichón”… La astucia, su memoria fotográfica, arrimarse a los que saben, “los gallos” y a los que se robaban los exámenes, le permitían ser contradictoriamente, una “buena estudiante”.

Dejada llevar por su lema, y sus amistades peligrosas, Lucy, no sólo perdió su virginidad, sino que resultó embarazada, luego de jugar una peligrosa versión orgiástica, del juego de las sillitas, en una fiesta en Antímano.

Contrario a lo que decía “la gente”, Lucy no vio su embarazo como una tragedia, más bien, sabiéndose ser una mujer bella, estaba más bien enamorada de su nueva figura. Delgada, con unos pechos naturales que no requieren de operación alguna, pero con una pelota redondita en su vientre, del tamaño de un balón de fútbol. Iba a ser niña, dicen los que predicen el sexo del bebé, por la forma de la barriga de la madre.

Un día la profesora de ciencias, ordenó hacer una exposición sobre el sistema nervioso, pero cometió el error de organizar los grupos al azar, resultando Lucy, haciendo equipo con otras dos chicas que no eran de su simpatía. La diferencia entre hacer equipo con “los panas” y hacer equipo con otra gente, es que igual, siempre uno o dos, son los que trabajan. Sólo que a la hora de recibir las calificaciones, sea 20 o 05, es el trabajo “de los panas”, así que todos salen contentos o aceptan la responsabilidad. 


A hacer el trabajo con otra gente, la culpa es de los que trabajaron, y tiene consecuencias. La profesora noto con molestia que sólo Lucy era la que había trabajado, y las dos mujeres, no tan agraciadas como “La Catira”, fueron pechadas con sendos 08. Así que decidieron esperarla a la salida del Liceo y le asestaron dos puñaladas en el vientre, matando a su bebé al instante y poniéndola a ella al borde de la muerte.

De más está decir que las dos chicas forman parte del cementerio personal en el hombro de Lucy. Quién luego de perder el bebé, también perdió la capacidad de poder traer hijos al mundo. La picardía y la vitalidad de Lucy se ensombrecieron. Convencida que el mundo está lleno de gente mala, decidió que hay que ser malo también. Y mucho. Aún así, su vientre vacío y marcado por profundas cicatrices, late cuando ve a un niño sufrir. Golpea a los padres que maltratan a sus hijos en el barrio, le da dinero o de comer a los niños que hurgan en la basura, pone a las embarazadas de primeras en las colas y golpea con la cacha de su pistola a quien se queje. Es su lado de “Responsabilidad Social, hamponil”.

Por eso cuando Yeanfranco hizo la llamada a su jefe, revelando que Jackeline era sobrina de Yeferson, enemigo a muerte de la banda de los 60, sintió que los minutos de la bebé estaban contados. Ya Lucy estaba evaluando la relación con Yeanfranco cuando este asesinó al hijo del beisbolista. Pero luego de una botella de ron, algo de cocaína y sexo, se le pasó, y decidió dejarlo para después. Pero un nuevo evento, sería inaceptable para ella.

Cuando Yeanfranco colgó el teléfono y se sacó la pistola, para asesinar al bebé, recibió una sorpresa que le entró por la mandíbula y le salió por detrás de la cabeza. Eso le pasa a Yeanfranco por dejar su armería tirada por toda la casa.  Lucy había tomado a la bebé, la abrazó con el rostro contra sus pechos, tomó una de las pistolas de la mesa de noche, y rompió su relación con Yeanfranco, de un solo tiro. Lucy ya había terminado con otros dos novios, de la misma manera. Y todos en el barrio se lo advirtieron a Yeanfranco. Pero cuando uno el hombre, está enamorado, no le hace caso a las advertencias de los amigos, y a la de los padres menos.

-Bueno bebita, es momento que tú y yo iniciemos una nueva vida. Lucy se colocó su vestido de cuero sintético, color negro para andar en moto, se puso un canguro y dentro colocó a la bebé. Lucy saca de uno de los muros de la casa, un bolso negro, lleno de dinero; mucho de ese dinero en dólares. Esos eran los “ahorros” de Yeanfranco por los servicios prestados a la banda, y “trabajitos”, personales.

Lucy toma los dos cascos, el suyo, uno rosado, y el de su ex, uno negro. Las dos chicas salen por la puerta trasera del rancho, la llamada “salida de emergencia”, y llegan hasta las motos que están en el callejón. Lucy, expropia la moto de su ex, una Kawasaky 650 Ninja, color negro. Y se lanza por la vía, lejos del barrio, sin dar chance que algún curioso pregunte para donde va, y que ella le responda de mala manera.

En el camino, Lucy le cuenta a su pasajera, su nuevo plan:

-Bueno “Yake”, mari&/%$. Nos vamos de esta vai//&$. Ya es hora de cambiar de vida mi amor.

-¡Mamaaaa Papaaaa!

-Nooo mija, mira, esa culebra que tiene tu familia con el Güilber es tal, que seguro ya ellos deben ser fiambres. Que va chama, vámonos. Yo soy tu mamá ahora.

-¡No! Tu no mamá ¡Mamá Mía!

-Mira. Párame. Hace dos años, yo estaba empatada con un chamo ahí, se llamaba “El Coco”, ahí en la Carrera 810. Nosotros secuestramos a un burguesito que se llamaba Estuart. Entonces, bueno, yo lo cuidaba y el chamo era, tu sabes, educadito y modosito. Así como medio mar((&$”on. Pero no era tan mar((&$”on. El chamo con su carita y su vai/(&% creía que me iba a enamorar ¿Sabes? Debe sé pa que lo soltara ¡Nooo mija! Yo me sé esa. Bueno, entonces, vino la ONSLP, tomaron el barrio, mataron un poco e chamos, se llevaron presos a otro poco. Mataron al “Coco”, tuve que salir corriendo de allí.



Un día, no tenía nada que hacer y yo me sabia el nombre completo del chamo: Estuart Alejando Rodriguez. Y me puse a buscarlo por el Feiz ¡Tu sabes! Lo consigo y le pido el amigo… Yo pensé, ese tipo diría, “No que esa malandra y tar ¡Nooo zape!” ¡Chama! el tipo me ha aceptado. Y nos pusimo a mandarnos mensajes. Y yo le decía “Te voy a secuestra otra vez diablo”… jajajaja y en esa terminamos haciendo cochinaditas por mensajes ¡Sestin le dicen!


Bueeeno el chamo siempre me sale que nooo, que se fue para Perú; que le está yendo bien. Que mira salte de esa vida de malandreo, tu ere massiado linda, déjate deso, te van a matá. Yo toy enfelmo de síndrome de Estoeselcolmo. ¡Toy namorado de tí!

¿Sabes qué? Voy a agarrar este bolso del Yeanfranco, más lo mío ¡Por qué yo no gasto nada! ¿Sabes? Yo trato que mi “macho de tulno”, pague too. Cuando estés más grandecita te enseño como lo hago. Entonces bueno. Nos vamos en moto pa Perú. Esta moto está buena y nueva ¿Sabes? Nos llegamos a San Antonio, te pago un pasapolte por allá, cruzamos y  rodamos hasta Perú y le caemos por allá a Estuart ¿Qué tal?

-¡Mamaaaa Papaaaa!

-¿Vas a seguir Abigail? chaaama, quédate tranquila.

APEPA

-¿Lucio?

-Dime, Horacio

-Necesito ayuda con algo ¿Tienes mis coordenadas?

-Sí.

-Tu “Amazon” ¿Tiene forma de saber donde está una persona que hace una hora estuvo en este lugar?

-Si la persona cargaba su teléfono celular consigo, sí. Amazon vamos a hacer ese trabajo.



Pasan cerca de dos minutos en línea, mientras Horacio mira la foto de la “Linda Parejita”. Ender González señala la cama, desde donde le dispararon a Yeanfranco.

-Horacio, @LucioAugustoX. Es Amazon, hace una hora los teléfonos celulares 04123992367, 04246112700 y 04269223076 estaban en las coordenadas  10°28'10.25"N, 66°55'2.54"O, cerca de donde estás parado en este momento. Ahora esos tres teléfonos están en las coordenadas  10°15'19.17"N, 67° 0'51.91"O. Eso es pasando un caserío llamado Palo Negro, cerca de la frontera entre los estados Miranda y Aragua.

-@LucioAugustoX, creo que la hija de Romeo, aún está viva y la tiene una mujer apodada como “La Loca Lucy”, mujer de Yeanfranco, un malandro de la banda del Güilber.

En el Mando Central de “La Hermandad”, @LucioAugustoX y @AliceCooper tratan de hacer un tracking (mapeo) de las ubicaciones de los tres teléfonos durante esa hora crucial.

-¡Tengo las cámaras del peaje de Tazón!- @AliceCooper sincroniza la toma de la cámara contra la ubicación de uno de los teléfonos con cobertura en el lugar. La toma es reveladora.

El teléfono en el auto de Piero suena y este activa el manos libres:

-Es @LucioAugustoX. Romeo, tu hija está viva.

El alma le vuelve al cuerpo a Romeo y a todos los que oyen las palabras de César Augusto (@LucioAugustoX).


-Según Horacio, la niña la tiene la mujer de uno de los captores. La descripción de la chica es consistente con lo que describió Julieida. Las dos van en una moto en dirección contraria a ustedes, de hecho debió haberlos pasado hace…- @LucioAugusto, no había terminado de decir la frase debió haberlos pasado, cuando Piero estaba saltando la isla de la autopista, para conducir en la dirección contraria.


A toda velocidad @ElPadrino trata de recortar la ventaja que le lleva la mujer en la moto.

En el Mando Central de “La Hermandad”, @LucioAugustoX y @AliceCooper tratan de pensar que pueden hacer.

-Llamemos a nuestra gente en La Victoria, Cagua, Maracay y Valencia para que le den cacería.

-Seguro Lucio… Ya Cagua y Maracay estan en movimiento.

-¡Muchachos! Hay una protesta en desarrollo a la entrada de Las Tejerías. Por el tema de las cajas del BOCOPALP. Esas personas están trancando el paso por la autopista. Según la radio de la autopista, la cola es de casi medio kilómetro.

-Eso va a ralentizar la marcha de ella cuando llegue al congestionamiento, pero no la va a detener, van en moto- dice con angustia @AliceCooper.

Lucy llega al congestionamiento. Lucy reduce la marcha sin detenerse. Comienza a hacer lo que suelen hacer los motorizados en Venezuela, abrirse paso entre los vehículos, hasta sortear la tranca. Se rumora, que entre los conductores que se asoman de sus vehículos, que en la protesta por comida, descubrieron un camión cargado de Panarina en el sentido Caracas, y lo están saqueando.



El Subarú de Piero llega a  la cola, pero en ese momento, es 100 metros mayor que cuando llegó Lucy. No hay vía alterna para adelantar el paso, Romeo en su desesperación, sale del auto corriendo para buscar la moto, Kenia sale detrás de él. @Blackman esperará para cuidar de Piero, ya que en esos congestioamientos suelen haber atracos.


Hay dos líneas de vehículos en la vía sentido hacia Maracay. En la vía sentido Caracas, no ha muchos vehículos. Romeo decide saltar el muro y correr de ese lado con todas sus fuerzas, sin perder la visual en los autos que están en la cola ni en los que pudieran venir del lado contrario.

Kenia se desplaza entre los vehículos del lado congestionado a ver si al frente logra ver la moto.

Romeo ve una moto abriéndose paso. No es la que busca, es un hombre con un casco sencillo y sin niños. Continúa corriendo desesperado. Kenia logra ver otra moto, pero son dos hombres los ocupantes que se abren paso.


-Verrr&/% chama que cola tan fastidiosa. Lucy llega a la tranca, donde casi doscientas personas siembran el caos. Por un lado los protestantes que reclamaban alimentos y por otro saqueaban un pequeño camión.

Personas venían con paquetes de Panarina por la vía, haciendo más lenta la marcha de Lucy.

-¡Quitenseeee nojo””#$%/aaa!- grita Lucy mientras la niña no para de gritar.

-Apepaaa ¡Apepaaaaa!

-¿Arepa? ¿Dónde? Ah ya… ¿tienes hambre mija? ¿Quieres arepa? Cuando lleguemos a Valencia. Ya vamos a salir de esto.

Romeo logra ver la moto negra y la mujer vestida de cuero sintético negro y la pequeña metida en un kanguro con un enorme casco rosa. Se deslumbra todo a su alrededor y siente un golpe en el estómago. Romeo corre hacia la moto, sorteando a los que protestan y los que caminan en dirección contraria con la harina. La moto va lento, pero no se detiene.

Romeo cae al suelo dos veces al tropezar con la gente. Si la moto llega a la vía despejada en sentido Maracay, perderá la moto. Romeo corre con todas sus fuerzas hasta abalanzarse contra la moto. Lucy al ver que un loco la agarra, no duda en darle un golpe en la cara. Pero Romeo se aferra a la moto. La niña ve a Romeo y esta grita “Papaaaaaa”. Lucy mira a Romeo fijamente:


-¡Devuélveme a mi hija por favor!

-Lucy hace un amague de querer sacar la pistola de su cintura, pero de pronto siente el frío del cañon de la pistola de Kenia en el cuello.



-Muévete mamita y te mato… Suelta la moto.- Kenia hunde sus uñas en el brazo de Lucy y esta suelta el manubrio de la moto.

Romeo con nerviosismo y dificultad trata de soltar a Jackeline de sus amarres, mientras la niña llora de alegría. Lucy en cambio, revive el dolor que sintió cuando los médicos sacaban a su bebé muerta de su vientre.

Las personas con los paquetes de harina, y los que saquean el camión miran lo que sucede, pero no se detienen ni dejan de saquear. Ver como asaltan a alguien en esos rebullicios es normal. Si se distraen perderán la harina.

Romeo logra quitarle la bebé a Lucy y la abraza contra su pecho con fuerza. Luego mira a Lucy con lágrimas en los ojos. Alterado, pero sin odio, se despide –Gracias por no matar a mi hija.

-A tu orden. Cuídate de Güilber que tiene una culebra con tu familia.- responde Lucy, también lacrimosa.

-El no tendrá que buscarme, yo iré por él.- Romeo se aleja de Lucy.

-¡Vete! Si te devuelves te mato.- Kenia suelta a Lucy y esta retoma su marcha a toda velocidad.

El Subarú azul llega a las puertas del edificio donde vive la madre de Romeo. Allí las cinco mujeres, las tres abuelas de Jackeline, su madre y su tía esperan ansiosamente a poder ver la niña sana y salva. Romeo, cual héroe entrega la bebé a su madre. Los tres se abrazan.

La niña duerme en su cama, boca arriba y con los brazos abiertos. Julieida sentada en un lado de la cama y Romeo en el otro. Ambos mirando a su hija, luego de horas de angustia y dolor.

-Pareciera que hubiese crecido más mientras estaba ausente.

-Si Yuly… Se hace tarde, me voy a casa de mamá.

-¿Te vas así no más?

-No me quiero ir. Pero yo sé que no soy bienvenido en tu vida. Perdóname. No sé como pedírtelo.

-Quédate. Trae tus cosas de vuelta. No nos dejes. No serán igual las cosas pero…

Romeo toma de la mano a Julieida y esta entrelaza sus dedos con los de su mano.

-Te perdono, pero no olvido ¿sabes?

-La escena termina con la pareja abrazada a los pies de la cama donde Jackeline duerme.


PIZZA VENGANZA, TAMAÑO GRANDE PARA LLEVAR CON REFRESCO 2 LITROS

Una semana después del rescate de Jackeline, las siete plagas de Egipto parecen haber caído sobre la Cárcel del Tocuyo. El video completo de la visita de Romeo a la agencia de “BAREXCO” de esa cárcel, fue enviado a la periodista Janette Ordoñez. El video debidamente editado, más una serie de pruebas conseguidas por la periodista, provocaron un escándalo nacional que condujo al cese de operaciones del “banco penitenciario”. Días después un incendio sospechoso, devoró parte de la sede regional del mismo banco ¿Quemaban las pruebas?



El escándalo salpicó el resto de las actividades que se realizaban dentro del penal. Se descubrió que el Pran Güilber, quien debía purgar una condena de 30 años por múltiples homicidios, salía de vacaciones de playa y se desconoce su paradero. Él mismo desconoce que el escándalo estaba prendido.


Para tapar el escándalo del “banco”, la misnistra “hada madrina” del mundo hamponil venezolano, Isis Valeria, ordenó convertir el banco en Pizzería. Hubo que colocar pegatinas alusivas por toda la agencia. Pero estas no eran suficientes para ocultar la publicidad bancaria. Se colocó un par de máquinas de refrescos, en lugar de los cajeros automáticos y en las cajas, una nevera para bebidas.

Junto con la denuncia en video del “banco”, Ordoñez recibió datos sobre el alquiler de las escaleras para que los penados durmieran y los “desalojos”, para quienes no pagaran. Eso resultó en el hallazgo de una fosa común, donde eran tirados los “desalojados”, luego de ser asesinados por sus “caseros”. Había más de 200 cadáveres. La foto de la carretilla con 4 que iban a ser arrojados, le dio la vuelta al mundo.


El alquiler de la clave del Jammer, que se supone debía impedir el tráfico de llamadas celulares del penal al mundo civil, también fue otro escándalo. En internet fueron publicadas las conversaciones entre el Sargento García y los Pranes, que pagaban el alquiler de la clave en el “banco” aquel. A pesar de esto, la situación del Jammer no cambio, Amazon hizo un trabajo para que las llamadas que se generaban desde adentro de la prisión, se quedaran dentro de ella, literalmente.

Tristes los cajeros de Barexco de la Cárcel del Tocuyo, conversan sobre la situación, ahora ataviados con delantales y gorros de cocinero:

-Nooo diablo. Ahora y que pizzero noooo. Yo no cocino ni una arepa menol y tú menos- protesta el cajero de la taquilla 2 con el de la taquilla 3 y los dos vigilantes desde afuera.

-¿Yo? Nooo el mío. Yo pongo a hervir una olla de agua y se me quema diablo.

-Nada hay que achantarse, hasta que pase el escándalo de los sapos estos. Ahí está nuestra hada madrina, resolviendo lo de la caballeriza. Que eso ahí es una cuestión alqueológica de la Batalla de Carabobo.

-Si maric%&$# pero la gente no le creyó mucho cuando sacaron una pielna con unos zapatos Nay.

-¿Y lo de las llamadas donde lo dejan?- pregunta uno de los vigilantes.

-Si chamo. A nosotros como que nos cayó una brujería. El Pran llama por un celulal y la llamada cae en el celulal de al ladito, o en el otro pabellón, y así. Nooo tienes que rodá hasta valencia para poder llamar.



De pronto la campanilla de la puerta suena. Es Bradley que va entrando a la agencia, elegantemente vestido con su característico traje gris.


-Buenos días.

-Bueno día Señol ¿En qué le podemo selvir?- responde uno de los vigilantes, Kalashnikov en mano.

-¿Esto acá no era un banco?

-Sí y no, el mío. Todo depende de qués lo que quieres ¿Es un rescate o una vacuna?- responde el cajero de la caja 2.

-No entiendo.

-Bueno. Si es un rescate es una pizza con queso, y si es una vacuna llevas con mortadela.

-¡Ah! Pero yo no vengo a pagar nada. Yo tengo una autorización de mi jefe, para una devolución- Bradley enseña una hoja de papel con cuatro líneas escritas, que los malandros no les interesó leer.

-¡Mira chamo! Aquí no hay devoluciones, aquí lo que puedes conseguí es un tiro o una puñalá. O compras pizza o te vas a jo&/% pa otro lao.

Los cajeros mueren de la risa, mientras los vigilantes ponen caras serias y amenazan con arremeter contra el iluso Bradley. Este mira a su alrededor, se guarda el papel, de pronto mira una bandeja de Pizza ya preparada que está exhibida en la caja 1; la misma caja del hombre que fue asesinado por el “Chino Jum”, el día que Romeo fue a pagar el rescate.

-¿Cómo se llama esa Pizza? No se ve fresca.

-Es una especial de la casa. Se llama “La Pizza de la Venganza” diablo. Porque se come fría. Viene con refresco de dos litros, a veinte mil el pedazo ¿Quieres una?

-Sí. Un pedazo para llevar. Vela envolviendo que ya vengo. Voy a buscar la cartera en el carro- Bradley se retira entre las carcajadas de los malandros de la agencia bancaria.

De pronto se escucha un estruendo y la oscuridad repentina desde las puertas de cristal, que los malandros de las cajas y la vigilancia notan con sorpresa. Un tanque de guerra entra a la agencia bancaria-pizzería, destruyendo toda la cristalería de la fachada y aplastando el mobiliario; enviste las cajas, aplastando a los vigilantes y a los cajeros. Los cajeros no murieron al instante, la pared de drywall que está detrás de ellos y los montones de billetes de 100 bolívares que eran acumulados en el cuarto contiguo, amortiguaron el golpe. El cañón del tanque termina de destruir el ventanal de cristal blindado de  las cajas, mientras gira en dirección a la bóveda, usada exclusivamente para guardar los dólares y los euros.


El cañonazo voló la puerta y abrió varios boquetes en las paredes del pabellón. Entre gritos y maldiciones de los reos del pabellón 5, la compuerta del tanque se abre y bajan de él Bradley y dos Carlos Androide, armados cada uno con FN-MINIMI-MK3.



El tanque sale al patio liberando a los cajeros y liberando el paso de los androides hacia la bóveda, la puerta es retirada por los androides como quien arroja un pedazo de cartón. Bradley logra matar a dos hombres armados con fusiles que le salen al paso. 



El tanque gira en el patio, pero antes de entrar de nuevo por el boquete que hizo en la entrada del banco, una luz intensa sale de la torreta como si se tratase del flash de una cámara fotográfica. Es un pulso magnético de alta energía. Todas las granadas fragmentarias que estuvieran en el edificio, explotarían de manera espontánea, luego de esto. La mitad de los hombres armados de Güilber moriría en el acto y buena parte de su arsenal quedaría envuelto en llamas.



De nuevo el tanque entra al edificio. Los reos, inquilinos de los escalones y los pasillos de la prisión huirían despavoridos. Pocos son los peones sobrevivientes que se enfrenten a Bradley, muriendo de uno o dos disparos de su ametralladora, cada uno. Los luceros y los peones de los otros cuatro pranes, observan el desastre con cautela, pues muchos de ellos vienen de la cárcel de Margarita, donde “La Causa del Cochino”, fue saqueada por “La Hermandad”, con el mismo modus operandi.


Los Carlos Androides suben los paquetes de billetes de 100 dólares al tanque y con la misma facilidad con la que llegaron, se largaron, dejando una estela de billetes de $100 a su paso. Atravesaron el edificio, aplastando todos los carros que eran picados por los reos del los pabellones 1 y 3. El tanque se perdió velozmente por los caseríos y el monte, más allá del sector el Porvenir.


LA VACACIÓN INFINITA

Güilber Rafael Cano Castro, es un peligroso delincuente, psicópata y homicida, condenado por el homicidio de los tres jueces. El juez que lo condenó por homicidio de un comerciante, y los dos jueces suplentes sucesivos. En un país civilizado, donde exista la justicia sin impunidad, un hombre que ha matado a casi doscientas personas (asesinadas por él mismo, sin contar los que mando a matar, que asciende al triple) debería tener una sentencia de al menos diez cadenas perpetuas. En los países donde hay pena de muerte, Güilber debió recibir por lo menos cinco inyecciones letales.

Pero en Venezuela, Güilber disfruta de un extraño beneficio, el “Régimen de Confianza”, que consiste en salir de la cárcel todos los fines de semana para irse de playa. Ningún Juez otorga ese beneficio, lo hace la Ministra Penitenciaria. Güilber se va el viernes al amanecer con su séquito de 20 luceros, con sus respectivas mujeres, y regresa el lunes en la noche, o el martes en la madrugada.  A veces se pierde por lo menos dos semanas en sus largos periplos playeros, por todas las costas del país, y de algunas islas del Caribe “Chulo”. Una vez, uno de sus luceros (hombres de confianza), pensó que el hombre no volvería, y asumió el Pranato, el reino del pabellón 5 de la cárcel del Tocuyo. El pobre fue ahorcado, apenas regresó Güilber, y permaneció su cadáver expuesto hasta que los zamuros se comieron su cuello y el cuerpo cayó de la azotea del pabellón.


Todos saben que el yate del Güilber está por llegar a una playa, porque la música se oye a kilómetros. Los periplos de Güilber están llenos de agua de mar y de aguardiente. Arenas de todos los grosores y colores, algunas que se pueden aspirar con un pitillo o un billete de 100 dólares enrollado. Hiervas aromáticas que se pueden fumar. En cada parada en tierra firme, las mujeres que deleitan al Pran y a sus hombres de confianza, deben ser relevadas, porque “en la variedad está el gusto”. Las jóvenes, confundidas, sin oportunidades ni formación en valores, de esos pueblos depauperados y recónditos, de las costas venezolanas, ven el Yate “Barba Roja”, la oportunidad de ganarse una “platica”, prostituyéndose en el “barco feliz”.



Durante esos viajes, Güilber dedica parte de su tiempo al negocio de la extorsión y el secuestro, luego él mismo capitanea su barco. Salvo su mano derecha, nadie más le pone la mano al timón. Al atracar en algún improvisado puerto, la orgía es permanente. Ningún exceso en las complacencias es suficiente.


Mientras la cárcel del tocuyo arde y sus Pranes se pelean entre sí, por la responsabilidad de haber perdido “El Banco-Pizzería”, el “Cementerio-Caballeriza”, La Discoteca y la planta picadora de vehículos, Güilber, el Pran Jefe del Consejo Pranal, en su yate recorre las costas de Margarita y Sucre.



Botella de Vodka Sky-Blue en mano, Güilber ancla su nave en un recodo cercano a Macuro. El viaje desde Margarita estuvo regio: caña, droga, reggaetón, sexo y mujeres, nada fuera de lo normal. La rutina de estimulación de ese día, cambio un poco, Güilber está a punto de estrenarse en la nueva y famosa droga violeta, “ElCaballo Loco”, que un amigo del partido PUFS le hizo llegar junto con la botella azul de fino vodka. Un agradecimiento por los favores recibidos, al asesinar a un dirigente sindical de las empresas de Guayana, que le era molesto.






Los hombres de Güilber están contrariados e inquietos, porque hace mucho que no reciben llamadas de la cárcel, ni reportes sobre los secuestros o el pago de las vacunas. Pero Güilber, seguro, envalentonado, apoyado y en pleno apogeo de su poder decide entregarse a la autocomplacencia. Así que como normalmente lo hace, tomó sus artilugios de plata, para consumir droga en polvo. Una pequeña bandeja, un cuchillo con hoja recta y un pitillo (o sorbete) de plata. Hizo sus tres rayitas de fino polvo violeta, las aspiró y seguido un trago de Vodka, a pico de botella. El sabor dejado por la mezcla de la droga y la bebida es tan indescriptiblemente delicioso, que decide echarse la botella a fondo blanco.


El efecto de la droga vino en cuestión de segundos. Güilber se sintió enérgico, eufórico, abúlico y viril. Emocionado el hombre no tardó en encender de nuevo el motor del yate y dar un par de vueltas, a la voz de “¡Tu Pirata Soy Yo!”.

Una mujer rubia sonriente llega al puente y Güilber detiene el barco. Toma suavemente a la complaciente mujer y le hace el amor, al ritmo de la música de “Chico y Gayo”. Sintiéndose en las nubes por el orgasmo, Güilber toma su pistola y hace varios tiros al aire, viendo el cielo sobre su cabeza, observa como las balas estallan en el cielo como fuegos artificiales de colores, que hacen caer sobre él, escarchas doradas.

Dos de sus Luceros se presentan en el puente acompañados de dos mujeres. Al ver a su jefe Pran tan emocionado, los hombres deciden hacer una coreografía al mejor estilo de Brodway, pero con el ritmo de una big-band del son caribeño. Inspirado Güilber sale por una de las ventanas del puente y se lanza al cristalino y cálido mar, donde sus invitados lo esperan para hacer otra coreografía de nado sincronizado al son de las mezclas de “Eddie el Diyei Latino”, que anima las noches de la discoteca “Jon Kon”, de la cárcel del Tocuyo.

Güilber sale del centro de la rueda formada por sus invitados y prepagos que hacen figuras en el agua. Cargado por uno de sus luceros, da vueltas con los brazos abiertos. Luego este cae al agua y es sacado por las mujeres, que lo deleitan hasta ponerlo de nuevo dentro del Yate. En pleno éctasis alucinógeno, como droga que lo mata a fuego lento, el Pran, llevado en hombros por cuatro mujeres, es dejado en la cubierta acolchada de la proa del yate. Reclinado un poco la cubierta, ergonómicamente diseñada, y con la vista al horizonte del océano, Güilber, se queda dormido.

De pronto un frío intenso despierta a Güilber. Este trata de levantarse pero no puede. Sus piernas, sus brazos, sus dedos, su cuerpo, su cuello y su cabeza, están atados con correas de nylon de alta resistencia, atadas a las barandas de la proa del yate, y aseguradas con tensores de acero, bloqueados con pasadores de doble acción y candado. Su boca amordazada con una correa de cuero y una bola que mantiene su boca abierta, similar a las que usan los practicantes del sadomaso.

-¡UUUUWWWUUUUUGGGRRRRPPPTTRR UUGGGH!

-¡Hola buenos días! Soy Romeo ¿No te acuerdas de mí?- Pregunta Romeo, con una cava Coleman en las manos, donde antes había hielo y cervezas. Romeo está vestido con un traje de buzo color negro. Lentamente toma asiento en una de las poltronas de la proa. –Llevas durmiendo tres días.


-¡AWAUWAUGGRRRR! ¡AURRRRGGGRR!

-Pues fíjate que yo no hice nada. Tú te envenenaste solito. Te metiste “Caballo Loco”, una molecula sintetica que viene de la mezcla de cocaína pura con heroína. Y luego te metiste un frasco de vodka azul, 45% alcohol etílico, triple filtrado y evaporado. El efecto de la droga se multiplicó por diez sin matarte de una sobredosis. Enloqueciste. Mientras tu mente deformaba la realidad, sumergiéndote en una fantasía de placer infinito, en la realidad hacías cosas desastrosas. Y al final, te quedaste dormido como un niñito. Nada te despertaba.

Primero encendiste el yate y le diste vueltas a toda velocidad alrededor del ancla. Casi mataste a tus invitados que se bañaban en el mar. Luego violaste por el trasero a la mujer de uno de tus socios, que venía a reclamarte. Cosa que no cayó nada bien a tu amigo narcotraficante que opera en Güiria y que estaba entre los que se bañaban abajo.

Pero él no es el único que no te quiere volver a ver. Tus colegas Pranes del Tocuyo están furiosos, porque mande a mi gente. Porque yo también tengo gente ¿Sabes? Y gente que no es gente también jajajaja… los mande a llevarse todo lo que estaba en la bóveda del banco y destruí todo lo que tenias allí.  Así que no te recomiendo volver a Venezuela. Porque usé tu celular para insultarlos con mensajes, haciéndoles creer que todo este desastre era culpa tuya. Como te lo advertí en la llamada aquella ¿Te acuerdas?


Continúo. Dos de tus hombres de confianza, entraron al puente, rescataron a la mujer y luego tu mismo les caíste a tiros, gritando y diciendo loqueras en extrañas lenguas ¡Como ahorita! Luego hiciste pedazos el techo del puente cayéndole a tiros con tu pistola. Las chispas de los bombillos led caían del techo encendidas e incendiaste el puente.

-¿AMBAAAA UGGU AGUAAAGPTRR?

-¡Oh síii! Pero tranquilo que nada se daño. Lo que se daño, lo dañe yo. Pero eso te lo explico luego. Bueno, como sudabas aguardiente, vodka, ron y anís, las chispas te cayeron en el cuerpo y te incendiaste también. Hecho una bola de fuego azul, te lanzaste al mar y quemaste el tobogán de hule que tenias en el yate para entretener a tu gente. Casi te ahogas. Por poco no tenemos esta conversación.

-¡AWAUWAUGGRRRR! ¡AURRRRGGGRR! ¡WA AWAAA!

-Mientras las mujeres te sacaban del agua, yo decidí que era momento de montarme en el Yate y comencé a matar a tus hombres uno a uno, con esta pistola- Romeo le muestra a Güilber una pistola Colt 1911 calibre 45 con silenciador. Los eché a todos por la borda. Y los que no maté se echaron al agua solitos y nadaron que jo&/%$. Me metí en el puente, subí el ancla y arranque el yate. Dejando a toda tu gente botada en ese paradisiaco “peladero de chivos”. Ojala que los piratas que pululan en esas aguas no se den cuenta que son malandros desarmados y prepagos desamparadas y hagan su agosto.

-¡AAAAAAWWAAAAA!


-Te oyes cómico. Pareciera que tuvieras un ACV. Bien ¿Sabes de quien es esta pistola?- Güilber comienza a mirar la pistola fijamente y se da cuenta que en la cacha tiene tallada dos “Y” doradas.

-¡UUUUMMMM! ¡AWAUWAUGGRRRR! ¡AURRRRGGGRR! ¡WA AWAAA!


-¡Si! Soy el cuñado de Yeferson. Al que trataste de matarle la hija ¿Ya recuerdas? Esta es la misma pistola con la que Yeferson mató a mi papá hace 17 años. Estaba viejita cuando me la dio, yo la mande a arreglar. Pavonearla de nuevo y cambiarle los resortes y el cañón. Viví 14 años de mi vida queriendo matar a ese hombre. De mil maneras posibles. Me preparé para ese momento, en que lo tuviera frente a frente. Matarlo con la misma crueldad con la que él mató a mi padre, que aún dándole hasta el último centavo y su celular, él igual lo mató, para demostrar que era un malandro chévere y malo.

Güilber respira profusamente, suda y forcejea, su rostro se pone rojo como un tomate y gime con violencia.

-No te molestes. Los perros son autoajustables. Mientras más fuerza haces, más se tensan. Es un tema de desviación de fuerzas. Como te iba diciendo, yo me preparé para matar a Yeferson, hasta que la vida lo puso frente a mí. Su hermana, la mujer de mi vida, me lo presento el día que fui a conocer a su familia. Fue un golpe bajo para ambos. Un día, Yeferson haciendo lo mismo que tú haces para ganarte la vida, se encontró con una persona asustada, como mi papá, pero que trató de defender su vida y lo hirió mortalmente. Entonces llegó a mi casa, pidiéndome perdón y me dio la bendición para casarme con su hermana, me dejo a su otra hermana, la maquinita de tener hijos y a la vieja loca de su madre, que cree que Panelo es un Dios, mientras sus vecinos hurgan en la basura para comer. 



Me dejó a su familia a cambio para que cuidara de ellos como él lo hizo en vida. Así saldo la deuda de mi padre y esta pistola ¿Qué tal? Y yo lo perdoné. Estaba arrepentido verdaderamente. Cosas que pasan cuando estas a punto de morir y las almas de los que mataste vienen por ti.

-¡UUUUWWWUUUUUGGGRRRRPPPTTRR UUGGGH!

-¿Sabes? Te dije que diariamente pensaba en formas de matar a Yeferson. Pensaba así cada día hasta que conocí a Julieida. Entonces en vez de dormir pensando en matar a alguien, dormía pensando en hacerle el amor a alguien. A cada una de esas formas de morir les ponía un nombre. Y si alguna se repetía, le ponía un detalle adicional, irónico o poético.

Un día mis amigos para sacarme de la depresión, me llevaron a la playa. Y entonces, mientras ellos se bañaban y yo cuidaba las cosas. Vi varios tipos y unas mujeres. Sabía que eran tipos malandros como tú, por las vulgaridades, la música a lo máximo que daba el minicomponente que cargaban, y las tres motos. Incluso vi a uno robar a otros bañistas en las regaderas. Entonces allí comencé a soñar en una muerte para Yeferson. Había un viejo peñero encallado en la orilla de la playa. Imaginaba amarrar a Yeferson de él y echarlo a la mar, a la deriva. Para que el sol quemara su piel; para que las gaviotas lo cag&&%$# encima y se comieran su carne a pedazos. El viejo bote iría hundiéndose cada día al tener agujeros, y con fortuna al encontrarse en mar abierto con una tormenta, esta haría zozobrar el bote. Y su cuerpo atado, sin posibilidad de nadar o flotar, se hundiría. Lo último que vería Yeferson antes de morir, sería su cuerpo devorado por los tiburones.

¿Sabes cómo le llame a esa muerte? ¡LA VACACIÓN INFINITA!- Romeo hace un ademán batiendo su brazo izquierdo, lentamente hacia el cielo, dándole un carácter grandilocuente al nombre de la situación mortal que le espera a Güilber.

-¡AAAAAAWWAAAAA AJA AJA AJAAAA!


Romeo saca de un colorido bolso, tal vez de una de las bañistas, invitada de Güilber, una pieza que parece electrónica.- ¿Sabes qué es esto?- Güilber niega con la cabeza y chilla como un pequeño cochinillo.- Para que puedas entenderlo, esto es lo que permite, que todo lo que haces en el puente, controle los motores, el timón, las velocidades, etcétera. Ya no lo vas a necesitar- Romeo lo echa al mar.

-UUUMMMM ¡AAAAAAWWAAAAA AJA AJWA AJWAAAA!

-Estamos en mitad del atlántico Güilber. Antes de arrancar esa cosa y cortar todos los cables, programe el piloto automático para que vagues por el océano sin rumbo, hasta que el radar –señala Romeo la torreta sobre el puente- encuentre un sistema atmosférico de baja presión. Programe el yate para que en vez de alejarse de él por razones de seguridad, se dirija directo hacia él, con la esperanza, que este se convierta en una tormenta o en un huracán.

Yo a Yeferson lo perdoné y le desee que Dios se apiadara de su alma. Mandé a hacer misas por eso ¿Sabes? Mi vieja Nona, está convencida que eso sirve para sacar a la gente de las pailas del infierno. A ti en cambio, sólo te deseo un feliz viaje.

Romeo se deja caer de espaldas por la borda, y minutos más tarde, Güilber oye una lancha alejarse. El motor de la lancha y el batir de las olas, acallan los gritos de Güilber.
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Dedicado a los padres que sufren el secuestro de un hijo en este país.

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