Dos helicópteros Mil-Mi 17 vuelan velozmente por los Valles del Tuy, rumbo a Caracas. En el interior del helicóptero líder, va un gran trofeo; el cadáver del Chigüire, el autoproclamado rey del Estado Malandro y cuatro miembros de su temible banda, dos de ellos, sus lugartenientes.
Luego
de un enfrentamiento de casi doce horas, una fuerza de tarea, compuesta por las
Fuerzas Especiales de la Guardia Nacional (FEGN), El Grupo de Acción Rápida
(GRI) del SIBOL y la Brigada de Acciones Especiales de la PTJ (BAE), logra
darle un golpe mortal a la banda del “Tren de Carabobo”, no sin que este, les propinara
un número importante en bajas. 10 de los 50 efectivos de seguridad del estado,
fueron abatidos por la mega banda, entre ellos el comandante del ala del SIBOL.
Su cadáver junto con los otros 9, van en el otro helicóptero.
En el helicóptero líder
está el Capitán Simón León, de las FEGN. León es el “Héroe del día”. Él junto
con el Sargento García y el Cabo Reyes, lograron rodear el improvisado fortín
del “Chigüire”; cubiertos por el fuego del BAE por un flanco y el fuego del
FEGN por el otro. León, es quien logra terminar el trabajo que Horacio había
logrado horas antes, hiriendo al famoso líder criminal.
-Mi Capitán ¡Anímese! Es momento de celebrar. Jiménez y Duarte no cayeron en vano. Vamos a tomarnos una foto con este mama&/%$# todo esc/(&&%$##.
-¡Peñalver! Tómanos unas fotos con el celular.
Ingenuamente los tres oficiales se reúnen en torno al cadáver del “Chigüire” y como orgullosos cazadores se toman la foto con su fiera muerta, olvidando años de entrenamiento de autoprotección. |
León, se dejó el pasamontañas puesto, mientras que García y
Reyes no. Serán los uniformados de dudosa reputación, dentro de la Guardia
Nacional, los que se encarguen de llevar a los oídos de los amigos del
“Chigüire”, los nombres de este par de tontos. Pero ese es tema de otro
capítulo, o quizá de un titular de sucesos de un fin de semana futuro.
El tema de este capítulo, está en los curiosos tatuajes en el cuerpo del difunto. Tatuajes que León no dejo de mirar en todo el resto del viaje, y cuya tentación doblegó a aquel valeroso oficial, al sacar su celular y tomarles una fotografía. Todo aquello ocurrió a la vista de Horacio, quien silenciosamente observaba el comportamiento infantil de los soldados, la extraña atención del capitán y el infame recuerdo de sus dos camaradas, agentes del BAE caídos: Piñate y Vega.
El tema de este capítulo, está en los curiosos tatuajes en el cuerpo del difunto. Tatuajes que León no dejo de mirar en todo el resto del viaje, y cuya tentación doblegó a aquel valeroso oficial, al sacar su celular y tomarles una fotografía. Todo aquello ocurrió a la vista de Horacio, quien silenciosamente observaba el comportamiento infantil de los soldados, la extraña atención del capitán y el infame recuerdo de sus dos camaradas, agentes del BAE caídos: Piñate y Vega.
Los tatuajes en el cuerpo del “Chigüire” llevaron a León a recordar su niñez. Ser Guardia Nacional, no formaba parte de los sueños del Capitán Simón León, cuando tenía 3 años. Él quería ser Astronauta, como casi todos los niños de su edad. Su padre, el entonces Capitán Andrés León, de la Guardia Nacional, le compró su primer disfraz de astronauta para celebrar el carnaval de 1985. Desde entonces Simón no se perdía ni un solo despegue del transbordador espacial de la NASA, en las noticias.
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La Navidad de 1991 fue
un punto importante en la vida del niño Simón. Su padre y su madre le hicieron
un único regalo. Un telescopio semi-profesional Celestrone. Curiosamente el
aparato costó 150 mil bolívares, hoy cuesta 150 mil bolívares “Fuertes”, o sea
mil veces más.
Los próximos tres años
serían dedicados a la devoción por las estrellas. Simón esperaba cada fin de
semana para ir a la casa de sus tíos en Puerto Cabello, para poder ver las
estrellas en todo su esplendor, lejos de la contaminación luminosa del cielo de
Caracas. Los mapas estelares tapizaban su cuarto y su biblioteca estaba llena de libros nuevos
y viejos dedicados a la exploración del espacio. Su padre miraba con celos el
rumbo que tomaba su hijo.
Pero los niños que
tienen su mirada en el espacio, siempre son los más populares para el
entretenimiento de los acosadores. Saber que era hijo de un Guardia Nacional
era siempre un freno, que limitaba el bulling a insultos y burlas indirectas,
hasta que el padre del fanfarrón de turno, resultó ser alguien de rango
superior en la misma institución. Juan Gamarra, hijo del General Gamarra,
esperó a Simón en un callejón, para darle una paliza con el telescopio y
romperle su libro de dibujos y notas estelares.
Simón llega a
casa golpeado y con su telescopio roto. Pero Andrés en vez de apoyar a su hijo, decidió
enseñarle a no dejarse golpear más nunca, mediante el método del cuero.
“¡Y
ya sabes! La próxima vez que te jodan en la calle ¡te jodo yo a correazos más
atrás! Hasta que aprendas a dar coñazo también. Y te me vas dejando de la
mariquera esta de la astronomía. Vas a estudiar, ‘la misma vaina que tu papá’.
Para que más nadie te joda en la vida”.
Obediente soldado,
Simón aprendió a pelear. Fue gracias a eso que el “Chigüire” murió por el fuego
de su propio fusil.
Lejos de casa, en la
Escuela Básica de Oficiales en Maracay, Simón se sintió tentado a olvidar el
sermón de su padre. Su amigo de la infancia, Gregory Robles, lo invitaba a
cambiarse de fuerza. Siendo marinero, como su tío, León podría volver a los
caminos de la astronomía. Pero su padre cayó enfermo de cáncer. Contrario al “Gran Varón” de Willie Colón, Simón
no podía terminar de llevar a la tumba a su padre, causándole tamaña decepción.
Así que decidió renunciar definitivamente a sus sueños y ser “la misma vaina
que su papá”.
Simón conduce su
Volkswagen escarabajo negro, herencia de su padre, cerro arriba, por la calle
real del observatorio, hasta llegar al Observatorio Cagigal. Allí solicita
conversar con el Capitán Gregory Robles.
Es un día importante en el observatorio. Ese día van a adelantar el reloj que dicta la hora legal del país, media hora, para volver a la “hora vieja” y abandonar así “La Hora de Panelo”, cambio horario que hizo el dictador, porque le “salió del forro” y contribuyó al gasto energético que ahora afecta al país con racionamientos eléctricos.
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Simón esperó a su amigo dos largas y fastidiosas horas, que de no ser por la motivación y la premura que lo llevan a ese lugar, Simón ya se hubiese ido. Por fin aparece Gregory.
-¡Buenos días Simón!
Tantos años y por fin vienes aquí a verme ¿Cómo están los mis ahijados?
-Bien Gregory. Ambos en
la escuela ¿Y el tuyo?
-Muy bien ¿Qué originó
este milagro Simón? Tenerte aquí.
-¿Podemos hablar en
privado?
-¡Claro! Vamos a mi
oficina.
-¿Tiene que ser acá?
-A menos que estés contando con el poder de fuego de la Unidad de Meteorología Naval para derrocar a Nicodemo…
-A menos que estés contando con el poder de fuego de la Unidad de Meteorología Naval para derrocar a Nicodemo…
-Bueno, no ¿Qué cosas dices?
-Entonces vamos a mi oficina. Somos más agresivos que un gatico recién nacido Simón. Por eso podemos hablar de muchas cosas, sin que hayan oídos del SIBOL por acá.
El pequeño despacho de Gregory revuelve los recuerdos y la envidia de Simón. Libros, mapas de estrellas, fotografías de planetas y hasta maquetas de naves espaciales, americanas, rusas y europeas por doquier. Simón se sienta frente a su amigo, con una réplica del Ariane 5 que los separa.
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-¡Así sería tu oficina!
si te hubieses unido a la Marina. Peeroo…
-Mmm Gregory quiero que
veas estas fotos.
-Uuuy ¿Ese es el “Chigüire” muerto? ¿Estuviste en eso?
-De hecho fui el líder de la unidad de Fuerzas Especiales. Perdí dos hombres. Yo mismo lo maté.
-Uuuu uuff… lo dejaste bien esco%&$# ¡Felicitaciones! Ya el mundo es un poquito más seguro. Tu papá estaría orgulloso.
Simón suspira.
-Mira con atención los tatuajes.
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-Un poco de
estrellitas. Y unas en el medio como con llamas (¿…?)- Gregory mira a su amigo
con aburrimiento.
-¡Concéntrate hombre!
-Solo veo que el tipo se mantenía en forma.
-Uuuuf ¡Dame ese marcador coñ/(&%$!
Simón toma un marcador rojo de la lapicera de su amigo y comienza a unir las estrellas como si se tratase de un pasatiempo de unir los puntos -¿Lo ves ahora?
-¡Andrómeda!
-Mira bien las estrellas del centro del pecho: delta en el medio, épsilon y pi.
-Aaaaja…
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-Aún hay más- dice Simón
ante la cara asombrada de Gregory. Simón le muestra una segunda fotografía con
otro tatuaje. Este está en el brazo izquierdo del “Chigüire”. Es una oración en
letra manuscrita que rodea el brazo, sobre el bíceps: “Bajo la luz de las
estrellas de mi llano, está mi tesoro”.-Creo que la caleta del “Chigüire”, está
en un lugar donde “Delta Andromedae” se puede ver en elevación cero, o sea
encima. Quiero saber si hay alguna forma de saber donde es ese lugar.
-Ok, vamos a ver si mi
minuto de “Nuestro Insólito Universo” supera el tuyo- Gregory se inclina hacia
Simón y en voz baja le dice, -¿Sabías que Panelo practicaba la magia negra?
-Bueno. Sucede que
Panelo practicaba toda clase de rituales allá abajo, en Miraflores. Pero la
mayoría de las veces no le resultaban buenos. Panelo entonces comenzó a
desconfiar del astrólogo cubano. El tipo que decía sobre la posición de las
estrellas. El sujeto se asomaba por la ventana y le echaba cualquier
charlatanería. Tu sabes cómo es eso. Entonces Panelo llamó al Almirante,
nuestro jefe y le pidió exactitud en las posiciones de las estrellas. El jefe,
que de astrología no sabía nada, le sugirió comprar un telescópio nuevo para el
observatorio y una licencia de un software profesional de posicionamiento de
telescópios: El SkyDesk.
Claro, el jefe tuvo que meterse un puñal de astrología con un libro for dummies y el programa de Roque Renny en la radio, je je je… Como el almirante se llama Walter. Le decíamos Walter Mercado…- Gregory echa una carcajada ahogada y Simón lo acompaña.
-¿Y entonces?
-El jefe le echaba a Panelo las misma charla que el otro tipo, sólo que con gráficos en una laptop, con coordenadas y todo aquello.
-¡Dios! Son unas ratas.
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-Pero tenemos telescopio nuevo. Tengo acceso al programa, porque es en red.- Gregory va a su laptop y comienza a escribir –Andromedae, delta.. Ex3986, esta es… elevación cero… no, no, 90, tracker… las coordenadas de Venezuela, abrir punto dat … ¡listo!- En la pantalla de la computadora de Gregory se comienza a ver un mapa satelital de Venezuela con una curva que la atraviesa.-Esta curva tiene todos los posibles puntos de observación de esa estrella con el telescópio completamente vertical, durante el año.
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-Simón nota que la línea, atraviesa en forma diagonal al estado guarico.
-¿Tienes un Pen drive? Para descargarte las coordenadas.
-¿Te sirve este GPS? Lo usamos en la selva.
-¡Buenisimo! Ese tiene Bluetoooth actívaselo y te las mando.
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-¡Gracias! Gregory,
sabía que no me ibas a decepcionar. Te daré una parte de lo que consiga.
-¡No hombre!
Cuatro vehículos rústicos
se lanzan a la aventura, llano adentro. Una camioneta Toyota TJ cruiser azul
lidera la caravana. En su interior, está el capitán Simón, el Cabo Reyes y el
Sarjento García, uniformados y armados hasta los dientes. En el Jeep Wrangler
Rubicon otros cuatro miembros de las FEGN con su equipamiento completo. En el
Jeep Wrangler Unlimited seis miembros del equipo, incluso llevan tres
lanzacohetes. En la camioneta Grand Cherokee 1997 color verde, un médico de
combate, y dos asistentes con su equipamiento. Todos ellos de la confianza de
Simón, en unidades civiles, sin rótulos. En los tiempos turbulentos que vive el
país, a nadie le importa que un escuadrón de Fuerzas Especiales, se lance
armado “pal monte”. Nicodemo se preocuparía si agarraran para Caracas.
Mientras el Cabo Reyes maneja, el Capitán León observa su GPS y un mapa de parcelamientos agrarios que otro amigo, del ministerio de tierras le suministró.
-¿Qué buscamos mi Capitán?
-Lo sabré cuando lleguemos-, León mira su GPS, está en muy cerca del cruce de la troncal 2 con la línea de trayectoria de la estrella “Andromedae delta”, es un lugar a diez kilómetros al sur de la represa de Calabozo. Cerca del cruce hay una carretera rural, rumbo hacia el Oeste. –Métete por allí a ver que vemos. |
La caravana toma la vía
y trata de seguir la trayectoria de la estrella, marcada en el GPS. Luego de
treinta largos minutos en terreno cenagoso y en ocasiones rocoso, la caravana
se topa con un peculiar aviso:
-Hey muchachos. Miren la Granja de los papás del distinguido Prieto.
-Jajajajajaja….
Todos ríen en el canal de radio al ver el cartel que dice “GRANJA LA BOLA”, menos el Capitán Simón León, que mira el cartel y luego mira su GPS. |
-¿Qué tal si vemos en la granja de los papás de Prieto si está lo que buscamos? Todos a sus posiciones de combate. Posible 286. Formación 4, grupos alfa y bravo. El resto a cuidar las unidades.
Un grupo de cinco hombres se interna en el monte sorteando la alambrada del lado Oeste de la cerca perimetral de la Granja la Bola, mientras otro grupo se interna por la parte norte. En cada paso, cada grupo, va rastreando la presencia de enemigos o trampas o minas anti-personales.
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El grupo Alfa llega hasta la casa. Penetran en la residencia derribando la puerta, allanan cada ambiente, y notan que está abandonada. No hay presencia enemiga. Sin embargo en el salón de recibo, la cocina y en un par de habitaciones se nota que existió la presencia humana reciente.
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Hay botellas vacías de cerveza, licor de anís y whisky por doquier. Al menos una caja vacía de comida rápida hay tirada en algún lugar. Algún envoltorio de preservativo. En una de las habitaciones se observa que hay soga y esposas, de nuevo cajas vacías de comida rápida, no hay licor; no es difícil imaginar que allí retenían secuestrados. No hay elementos de interés.
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El grupo Bravo, revisa
los cobertizos abandonados. Sólo quedaban plumas de lo que otrora estaba lleno
de gallinas. En un rincón de uno de los cobertizos había siete automóviles de
lujo, abandonados, llenos de polvo y barro.
Ambos grupos rodean un
viejo galpón que forma parte del complejo. Entran al galpón violentando una de
sus puertas. En su interior se pueden encontrar cientos de bultos de alimentos
varios, cauchos, electrodomésticos y más automóviles guardados.
El grupo está
entusiasmado, pero Simón León, está un poco decepcionado, esperaba encontrar
algo más. Sintiéndose seguro en el lugar, al no poder detectar ningún enemigo,
Simón sale hacia el monte y luego de un profundo suspiro, decide admirar la
belleza del llano y las bandadas de garzas blancas y corocoras. En medio de
todo ese campo, Simón observa un par de Cujíes; mira el GPS y observa que
la línea de trayectoria de la estrella va directo hasta los arboles.
Al acercarse a los dos árboles, puede observar entre ellos una hamaca. Entonces Simón recuerda al fallecido administrador del Chigüire, que acostumbraba tomarse fotos con fajos de billetes acostado precisamente en esa hamaca verde. Su convicción se confirma al observar la misma cava Coleman azul, tirada cerca, llena de barro.
-Grupo
Alfa traigan los detectores de enterrados y las palas hasta los cujíes que
están en el patio hacia el norte de la casa. Grupo Bravo establecer un
perímetro de seguridad.
Los cinco hombres del
grupo Alfa revisan palmo a palmo el terreno alrededor de los cujíes, junto con
dos detectores de enterrados. Ante cualquier distorsión en el espectro del
perfil del terreno, un par de hombres comienza a excavar para ver que puede
haber enterrado en el lugar.
El tiempo pasa y los resultados han sido infructuosos. Los hombres desenterraron una tubería, un cable y hasta un cadáver. El radio de búsqueda se amplió a treinta metros.
El tiempo pasa y los resultados han sido infructuosos. Los hombres desenterraron una tubería, un cable y hasta un cadáver. El radio de búsqueda se amplió a treinta metros.
Está anocheciendo y continúa la búsqueda hasta que el Sargento García parece haber encontrado algo:
-¡Capitán!
-¿Sí? Voy para allá.
-¡NO! ¡No se apure!
-¿Qué pasa? Se acercan el capitán León y el resto de la tropa.
-Minas señor. Muchas.
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El Sargento García ha detectado un sendero de minas de la clase TMRP-6. León ordena por radio al Mayor Herrera a presentarse en el lugar. Él es explosivista del grupo, sabrá lo que hacer. Entre quejas de “¿Cómo estos malandros tienen este tipo de armas?”, el Sargento García y el Cabo Reyes delimitan el área cubierta por el sendero minado. Se trata de cinco parcelas contiguas de 10X10 metros cada una, protegidas por un perímetro minado, de una mina, cada medio metro.
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Herrera abre un sendero seguro entre cada parcela. García ahora revisa el interior de cada parcela, con el detector, para poder ver qué protegen. León no está angustiado, está más bien sonriente y esperanzado. Ante la señal de García, el resto del grupo comienza a excavar lentamente. El Capitán Simón León, advierte que así como el área estaba minada, nada raro tendría que el “tesoro enterrado”, tenga una trampa.
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Entre palazo y palazo de tierra, se asoma la figura circular de una tapa plástica de un tambor hermético de 80 centímetros de diámetro, aparentemente es color azul. Los hombres se emocionan. Herrera, el explosivista destapa lentamente el tambor y levanta la tapa apenas unos centímetros para ver a la luz de las linternas si hay alguna trampa.
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Positivo, un hilo de nylon está fijado a la tapa por un costado. Luego de cortarlo confirma sus sospechas. Se trata de una granada escondida entre los paquetes de billetes de 100 y 50 bolívares. Lentamente el pipote es llevado por los hombres hasta un lugar seguro, lejos del perímetro minado.
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Todos están
entusiasmados. El hambre y la sed pasan a un segundo plano, hay que seguir
desenterrando el “Tesoro”, bajo la luz de las estrellas. Las mismas que
inspiraron al “Chigüire” para elegir ese lugar como escondite de su “causa”.
Hay gritos de alegría.
Han desenterrado y desactivado otros tres pipotes azules. Pero terminando de
desenterrar y asegurar un pipote rojo, descubren que dentro del mismo hay
paquetes de billetes de 20, 50 y 100 EUROS. No fue muy difícil adivinar, que al
desenterrar un pipote verde, habría dólares adentro.
Mientras los hombres
del grupo Alfa desentierran los pipotes, El Cabo Reyes estudia las otras
parcelas. El espectro del detector de enterrados indica que en cada parcela hay
por lo menos nueve pipotes.
-Capitán ¿Nos vamos a
repartir toda esa plata?
-Si García. Entre
nosotros y las familias de nuestros caídos. No lo olvides ¡Montaner y
Gutierrez! Descansen. Vamos con el grupo Bravo, les toca a ellos echar pala y
ustedes a vigilar el perímetro. García y Reyes, terminen de mapear el sector
para hacer esto más rápido.
Los cuatro de los cinco miembros del grupo Bravo, se mantuvieron en sus posiciones de vigilancia, pero Sandoval, no pudo resistir la tentación de entrar al galpón y sacar un par de bultos de pañales para su hijo. León, visiblemente molesto se acerca al galpón con otros tres hombres para buscar a Sandoval, quién no se salvará de echar pala toda la noche por desobedecer una orden directa. Sandoval trata de actuar rápidamente para no ser descubierto, sin saber que su rapidez no era más que un despropósito, que le costará la vida.
|
Herrera vino a descubrir en el área
cerca del Cují, que “El Chigüire” resguardaba sus tesoros con trampas
explosivas. Aún así no le pasó por la cabeza, que las toneladas de productos
regulados, almacenados al mayor en el galpón, tendrían también el mismo grado
de consideración, en un país entrando en el espiral del hambre.
Por eso, ni él, ni Sandoval, notaron que a los pies de cada paleta de producto,
había escondida una mina PROM-1, lista para ser pisada por cualquier saqueador
entusiasta que osara robar su mercancía.
Es difícil preguntarle al “Chigüire” desde el más allá, cual era la verdadera intención de estas minas: si destruir las extremidades del ladrón simplemente, o volar por los cielos el galpón. Si era lo primero, cometió un grave error, porque la explosión de la mina fue tan potente e incendiaria, que produjo una reacción en cadena que hizo volar a las mínas cerca de esta, y estas a su vez a las que tenían cerca, y algunas a su vez, hicieron explotar sustancias altamente inflamables y explosivas, que estaban allí almacenadas, sin contar el collar de granadas que llevaba consigo Sandoval.
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El Capitán Simón León
fue expelido por la onda de choque a casi cincuenta metros del galpón, y eso
que él y los que lo acompañaban, no estaban ni cerca.
Simón despierta con
la cara parcialmente cortada y quemada. Y su traje también. Trata de
incorporarse, pero el dolor es espantoso, apenas puede mover el cuello y un
brazo. Las piernas y el abdomen del capitán, están destrozados.
-¡Aaaaaaagggrrrhhh!
-¡Noooo quédate quieto diablo! Vas a salir mal en la foto.
-¡Oh nooo! Estoy muerto ¡Estoy en el infierno contigo!- dice León escupiendo sangre por la boca.
-¡Noooo! ¡Mari%&$#! Yo estoy más vivo que tú. Tú no estás muerto todavía, muertos están tus hombres. Mira- El hombre que le habla a León, le muestra la cabeza, cercenada a punta de machete, del Sargento García.
-¡Aaaaaaa! ¡Aaaaaaaaaa! ¡Aaaaaaaaaa!
|
- ¡Jajajajajaja
aaaajajajajajaja! Los diez papá ¿Quién los manda de web%&$# a estarme
desenterrando mis tobos y robándome la caleta?
-Pero tú… túuuuu.
-Yo estoy revivido. Ven
acá “Malone” y tú “Tony” y tú “Colombia” tómanos un selfie aquí con el Capítán.
Ahora me toca a mí diablo ¡Jajajajajaja aaaajajajajajaja!
Mientras “El Chigüire”
humilla a un Simón León agonizante, este pierde su mirada en el cielo
estrellado del llano Guariqueño, hasta desvanecerse.
Cerca de los dos cujíes, un camión 750 es cargado con todos los tambores con el dinero. Dos psicópatas de la banda se ocupan de descuartizar los cadáveres de los guardias y arrojan sus partes a las fosas. El resto de la banda enciende las camionetas que estaban guardadas en los cobertizos para moverlas hasta otro lugar.
|
Una camioneta Ford
Explorer sale de Caracas por la autopista regional del centro, rumbo a
Calabozo, en el estado Guárico. En su interior hay cinco personas. Conduce
Carlos Manso (@CorpusCristi) y su copiloto es Piero (@ElPadrino). En el asiento
trasero Horacio Pantoja (@PTJHDP) y su compañero Pedro Margallo (@Margallanero).
En el cajón de la camioneta, está Bradley, bastante molesto.
-En la Encrucijada nos
espera @Halcón60 y nuestra gente de Aragua, de todas formas ellos están en
línea para escuchar lo que nos tienes que decir. Como te dijo @LucioAugustoX,
Amazon detectó el traslado del cuerpo del Chigüire, saliendo de la Morgue de
Bello Monte. Las balas Exactas que le disparaste, Horacio, se quedaron activas
dentro del cuerpo. @LucioAugustoX nos dijo que tú nos explicarías.
-Ok @ElPadrino. El
cuerpo no fue trasladado. El cuerpo salió caminando por sus propios medios por
la puerta.
Todos quedan como
consternados ante las palabras de Horacio. Parece una loquera lo que está
diciendo.
-Antes que me recogieran interrogamos al patólogo de guardia y a sus ayudantes. El “Chigüire” estaba en un cubículo separado de las neveras y del montón de muertos que llegan a la morgue. Incluso separado de sus secuaces muertos. Me cuenta el patólogo que recibió una orden de “arriba”, de permitir el paso de Isis Valeria, para hacer no se qué cosas con su espíritu, porque el occiso era practicante del Umpalumpa.
|
Los tripulantes del
vehículo guardan silencio en la penumbra del interior de la camioneta y la
oscuridad de la autopista, mientras Horacio continúa su relato.
-El patólogo se acercó
a una de las paredes del cubículo donde tenían el cadáver, para no ser visto
por los escoltas de aquella mujer. Decía que del otro lado, se escuchaba a Isis
recitando canticos en lenguas que parecían gruñidos y lamentos. Luego se
escuchó la voz de un hombre.
-¡PAAAAAAHHH!-, Grita Bradley haciendo que todos en el auto se sobresalten del susto, menos Horacio. @CorpusCristi casi pierde el control del vehículo.
-¿Qué te pasa web()&%$? Quieres que nos matemos- pregunta el conductor furioso.
-Jajajajaja. Disculpen, fue muy gracioso. Mi base de datos de comportamiento humano dice que cuando un grupo está muy concentrado en una historia de terror, uno debe hacer esto.
|
-Como les decía antes que “Terminator” casi nos matara del susto: El patólogo escucho la voz, de alguien que le preguntó a Isis “¿Por qué me revives de nuevo?” Y esta le contestó “¡Por qué estás muy bueno como para dejarte ir así no más!”. Por los sonidos y los alaridos de aquella vieja, el patólogo intuyo que el muerto, resucitado y ella, tenían sexo.
Uuuuf… ¡Ay verg()/&%%! Dijeron todos al unísono.
-Lo último que vio el patólogo fue al “Chigüire” saliendo vestido con bata de baño por la entrada de la morgue, y una camioneta blindada esperando. |
-Desde el rumor aquel que el “Chigüire” había muerto en manos de su novia “Fresita”, y la que apareció muerta fue ella, dicen que por infiel, el Pran renunció a las mujeres bonitas, para irse con… tu sabes, lo que dicen “el que c$%#”j$%# feas, vive más”.
-Eso fue hace casi un año @ElPadrino. Los criminalistas encontraron en esa cama, suficiente sangre como para decir que “El Chigüire” había muerto. No les avisé a los muchachos del BAE para no poner al “Chigüire” en alerta. Opté por llamarlos a ustedes. Hay que darle una muerte definitiva.
|
-Por eso trajimos los
lanzallamas- responde Bradley, pasándole uno de los equipos desde el cajón.
-El botón a un lado del
guardamano enciende la llama del piloto y el gatillo libera el Fuego Valirio en
spray. La botella del combustible se enrosca por acá abajo, como si fuese la
cacerina de un fusil. Hablemos sobre sus armas personales. Aparte de las
pistolas Beretta 93R que usan normalemente, necesitan un armamento táctico ¿Qué
prefieren? Una ¿HK-MP7 o un FN-P90?
-Esa HK se ve bien. Se
parece a la UZI.
-No es igual a la UZI.
Para empezar la UZI….
-Basta “Terminator”, no quiero saber la diferencia entre una UZI y una MP7. Sólo enséñame cómo usarla, si es que hay una diferencia.
-Oye es la segunda vez
que me dices “Terminator”. Soy Bradley, un androide con inteligencia artificial
compuesto por un marco estándar de Carlos Androide cubierto con musculatura de
latex… Espero que tus comentarios no sean parte de un ataque de
automatonofobia. A diferencia de lo que Arnold Schwarzenegger quizo representar
en “Terminator”, yo soy un robot inteligente y emocional: como, bebo, juego y
hasta tengo mujer e hijos, para que te lo cepilleis.
-¿Mujer e hijos?
-¡Caramba Horacio! Ese va a ser un cuento bueno desde aquí hasta Calabozo. Sucede que lo mandamos a hacer un trabajo de inteligencia y se perdió tres días. Cuando volvió diciéndonos que terminó empatado con la periodista Janette Ordoñez, que tiene un niño de cinco años.
-¡Nooooo! Pedro Margallo pela los ojos y voltea furioso hacia el cajón de la camioneta.
-Bueno Pedro. Ya ves porque te decía que Janette no te iba a parar, por más información que le pasaras, porque ella buscaba un hombre que no fuera de este mundo.
|
-¿Te enseño?
-Oye hablas con un PTJ.
No quieres pasar una noche en los calabozos de la comisaría del Valle…
-¡Bueno, bueno, bueno…
señores acabó la pelea!- reclama @CorpusCristi.
-Es verdad.
Desconcentran mi sesión de sexting por whatsapp con ella en segundo plano.
Pedro se pone aún más furioso.
Pedro se pone aún más furioso.
Son las cinco de la
mañana, han pasado cuatro horas y media de viaje. El grupo de Aragua se unió
hace dos horas, con una segunda camioneta, donde van Genaro Terepaima
(@Halcón60) e Iván Aragua (@ElPariente) y tres Carlos Androides.
Bradley, el único que
ha podido “descansar” durante el viaje con su modo de ahorro de energía, se
activa.
-¡Muchachos, tomen sus
posiciones! “El Chigüire” viene hacia nosotros a una velocidad de 130 km/h. Aún
no tengo imagen satelital.
-No
hace falta adivinar. Debe venir con una docena de motos y media docena de
camionetas.- dice @Halcón60
por la radio.
Horacio armado con su
HK-MP7 se asoma por la ventana de la camioneta, sujetándose del paral de techo.
Margallo hace lo mismo con una P90. Piero sale por el quemacocos con un Rifle AS50.
Apenas por el horizonte
se asoma el camión 750, Piero puede ver por la mira de su rifle, al “Chiguire”
sentado de copiloto. Piero le dispara al conductor del camión. La bala de
calibre 50 le destroza la cabeza al conductor llenando de sangre la cabina y el
parabrisas. La bala sigue su trayectoria arrancándole una pierna a uno de los
miembros de la megabanda, que estaba parado sobre los pipotes de dinero,
haciendo que este caiga a la carretera. Un segundo y tercer disparo destruyen el motor del camión, haciendo que este se
salga de la vía por un barranco de poca profundidad.
Un cuarto disparo mata
al conductor de una de las camionetas aguantadas y el quinto destruye el motor
haciendo que esta se vuelque, chocando con a camioneta de atrás.
Salen dos motos con sus conductores y parrilleros armados con pistolas ametralladoras a dar la pelea. Disparan sus armas aún sin tener en rango de precisión el objetivo. Cuando Horacio y Pedro esperan hasta estar cerca de los 300m al grupo de hostiles, estos disparan sus armas. Las balas exactas hacen su trabajo, penetrando los cascos, tanto de conductores como parrilleros. Las motos y sus ocupantes caen al suelo rodando por la carretera.
|
La caravana de cinco
vehículos y el resto de las seis motos se reúnen cerca de las camionetas
volcadas y los cerca de treinta malandros de la megabanda se atrincheran con
sus fusiles y abren fuego contra las dos camionetas de “La Hermandad”. El
“Malone” y ocho malandros del grupo, van hasta el camión desbarrancado para
poder intentar recuperar el dinero.
Cerca de los 100 metros
y bajo el intenso fuego enemigo, @ElPariente se asoma por la ventana del
copiloto de la segunda camioneta y dispara toda la carga de su lanzagranadas
RPG-40. Las granadas caen tras la línea de fuego o penetrando los vehículos.
Son granadas ultrasónicas.
En pocos segundos, todos aquellos malandros que tenían
granadas entre su equipamiento, volarán por los cielos, matando al que tengan
cerca. La explosión en cadena de las granadas, incluso las de los lanzacohetes,
mata a más de la mitad de la banda y aturde al resto. Las granadas trampa, que
había dentro de los pipotes de dinero también se activan, produciendo una nube
de dinero quemado en el cielo. Las camionetas se ralentizan, los ocupantes
bajan de las mismas, para enfrentarse al resto de los delincuentes, cuerpo a
cuerpo.
El “Malone” a penas pudo disfrutar unos tres días su mando sobre la banda del “Tren de Carabobo”. A diferencia del “Chigüire”, es un tipo más huidizo, conservador y que piensa a futuro, así que al ver la mortandad de sus compañeros, toma una de las motos que está tirada en la carretera y canta la retirada:
-¡“Colombia”, Eskeifer! ¡Vamonos! ¡Vamonos!
Los apenas cinco malandros sobrevivientes, corren abandonando sus AR-15 y Kalashnikovs para hacerse de una moto y escapar a los cuatro Carlos Androides que les disparan con precisión pavorosa.
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Horacio, Pedro, Bradley
y Piero llegan hasta el camión del dinero. Bradley, atendiendo a las
indicaciones de Amazon le dice a sus compañeros que “El Chiguire” corrió en
dirección a la planta abandonada de aceite vegetal y arroz que se encuentra
trescientos metros del barranco.
El “Chigüire” corre
adolorido hasta la planta de Aceite Ana. Planta abandonada luego de ser
expropiada por Panelo, hace siete años. El hombre ya sabe que es “La
Hermandad” quienes van tras él. Y sabe que “La Hermandad” nunca fracasa cuando
desea matar a alguien. Oculto en un alamcén, el “Chigüire” recuerda que,
entrevistando a un grupo de nuevos miembros, trasladados y liberados por Isis,
desde la Cárcel de San Alberto, estos le comentaban que “los hermanitos” tenían
balas teledirigidas, que iban y venían. No era necesario apuntar, una sola bala
te podía caer justo en medio de los ojos. Entonces observa sus heridas y
piensa:
¿Cómo supo “La Hermandad” donde estaba? El Guardia no pudo haberles dicho. Ellos no iban a repartir su tesoro con ellos. Son enemigos. Horacio está con ellos en este momento. Horacio me dio dos tiros. Él corría tras de mí pero yo estaba protegido. Tenía hasta chaleco antibalas –pensaba- ¡Tengo esas maldi&/%#” balas dentro de mi cuerpo! Por eso saben que estoy aquí.
¿Cómo supo “La Hermandad” donde estaba? El Guardia no pudo haberles dicho. Ellos no iban a repartir su tesoro con ellos. Son enemigos. Horacio está con ellos en este momento. Horacio me dio dos tiros. Él corría tras de mí pero yo estaba protegido. Tenía hasta chaleco antibalas –pensaba- ¡Tengo esas maldi&/%#” balas dentro de mi cuerpo! Por eso saben que estoy aquí.
El “Chigüire” descubre
que está rodeado de rollos de papel aluminizado, con el que se hacen las
etiquetas de los frascos de aceite. Así que envuelve rápidamente su abdomen y
sus piernas en papel aluminizado y lo asegura con teipe plomo, que también está
a la mano.
Bradley le dice al
grupo que está a punto de ingresar a la planta de abandonada:
-Señores, la señal de
ambas balas en el cuerpo del “Chigüire” me llega con mucha interferencia, sé
que está en el área pero he perdido la exactitud. La señal es débil e
intermitente.
Los cuatro entran en la
instalación a oscuras. Todo está sucio y desolado. Botellas de aceite montadas
en la línea de llenado, algunas a medio llenar. Cosas tiradas en el suelo, como
si de pronto las personas que allí laboraban, decidieran escapar de algo. Tal
vez escapaban del caos en el que había caído la fábrica luego de su
expropiación.
El grupo avanza bajo la
guía de Bradley, que es el único que puede ver en la oscuridad, ya que tiene
vista infraroja. De pronto una ráfaga de disparos dispersa al grupo que se
cubre. Los disparos incendian parte de las botellas de aceite que estaban en la
línea de embotellado.
-Jajajajajaja aaaa ajajajajajaja… ¿Qué pasó Horacio? ¿Te buscaste a los hermanitos para matarme?- se escucha el eco terrorífico de las risas del “Chigüire”.
Otra ráfaga de disparos al parecer desde otra dirección, hace que varios objetos caigan cerca de donde Bradley y Margallo se escondieron. Se siguen escuchando las risas y por las paredes del galpón, se ve la sombra del endemoniado criminal brincando entre los corredores metálicos de los niveles superiores y luego en la planta del edificio. Él parece estar en todas partes.
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-No podemos estar aquí metidos, tenemos que dividirnos y contraatacar
hasta eliminarlo.
-Correcto
@ElPadrino. Pedro y Yo avanzaremos, mientras tú y Horacio nos cubren.
Según lo planeado,
Horacio y Piero abren fuego en varias direcciones, mientras Bradley y Pedro
Margallo se escabullen.
Horacio paraece haber
visto una sombra moverse en el nivel superior y concentra su fuego en esa
dirección. Corren hasta el lugar y suben las escaleras metálicas.
Bradley y Margallo
tratan de rastrear al Chigüire en la planta baja y de encontrar a la vez algún
interruptor para encender las luminarias. Tienen un éxito parcial. En su
recorrido logran encender algunas luces.
Horacio y Piero escudriñan la planta superior de la instalación. Un laberinto intrincado de puentes y pasadizos metálicos con piso de rejilla (grating) que dan la sensación de estar volando. Piero no quita la vista del frente y los lados, mientras Horacio no quita la vista de arriba y abajo.
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Una sombra brinca desde
una de las riostras del techo hacia la espalda de Horacio. El “Chiguire” con
diestro manejo de las artes marciales, golpea y desarma a Horacio y lo lanza al
vacío, cayendo este sobre un grupo de tableros, golpeándose y cayendo al suelo
inconsciente.
Piero se voltea y
esquiva los golpes con el P90 pero El “Chiguire” de una patada le quita el arma
y lo tumba al piso. Pero se incorpora casi al instante y de una patada y un
golpe, hace que el criminal suelte el fusil Sig-Sauer 556 con cargador de doble
tambor. “El Chigüire” saca un cuchillo, y @ElPadrino saca el suyo y lanza el
primer zarpazo, hiriendo al “Chigüire” en un brazo.
-Míralo pues. Movimientos de Kali para pelear con el cuchillo… Yo también se de eso… Yo ganaba todos los Coliseos en Boquerón, porque era el rey del cuchillo… Porque antes de ser malandro yo era el mejor alumno de “Siniestro” el pelón, fuerzas especiales del Ejército, y hasta su escolta fui.
-Este va a ser tu final. El “Malone” se llevó a toda la gente ¿Qué no te has preguntado por qué no están aquí combatiendo contigo? ¡Rey muerto! ¡Rey Puesto!
El “Chigüire” lanza un zarpazo y con un movimiento de oleaje corta a Piero en el abdomen. Pero el chaleco anti-balas tiene protección contra objetos cortantes.
-Era mi camisa favorita ¡Te vas a morir Chigüire! Trajimos un regalo para que no te vuelvan a revivir. |
-El “Malone” siempre ha sido un mari&/%$# tengo que matarte y volver con mi banda antes que ese web/(&% acabe con ella. El “Tren de Carabobo” siempre debe ir palante no patrás- El “Chigüire” lanza un nuevo golpe con el cuchillo, que es esquivado por Piero, pero este comete un error y queda desprotegido de un golpe del puño de su atacante al costado y luego a la cabeza con el mango del cuchillo. Piero cae al suelo.
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Segundos antes, en la
planta baja, Bradley y Margallo detienen su paso.
-¡@ElPadrino y Horacio
dieron con “El Chiguire”!
-¿Como sabes?
-Recibo registro de los
signos vitales de los miembros del grupo y los parámetros operativos de los
androides que intervienen en la operación. La actividad cardiaca de @ElPadrino
se ha elevado súbitamente. No se oyen disparos, debe haber una pelea ¡Vamos
hacia allá!- Bradley y Pedro corren hacia el ala sur de la Planta, sin quitar
la vista del nivel superior.
Los dos se topan con el
cuerpo de Horacio. Tiene una cortada en la cabeza. Bradley coloca su mano en el
cuello y concentra su mirada en algunos puntos clave de su cuerpo -Tiene
actividad cardiaca y respira bien, pero inconsciente-, Luego ambos miran
arriba. Piero y “El Chigüire” pelean.
Bradley señala el
lanzallamas que tiene Pedro Margallo y este lo empuña. Justo en ese instante Piero
cae al grating y es sometido por el “El Chigüire”. Bradley toma a Pedro por la
parte de atrás del cuello de la camisa y el traje y lo sostiene de la parte de
atrás de la cintura del pantalón:
-¡Ver&/%$ webo&$#! ¿Qué haces?
-Concéntrate en caer de pie- Bradley lanza a Pedro calculadamente hasta el nivel superior, donde está “El Chigüire”. Justo en el momento que “El Chigüire” va a lanzar una estocada final hacia los ojos de Piero, este observa a Pedro en su vuelo. Pedro sin dudar, apunta el puntero laser del lanzallamas al rostro del “Chigüire”, pulsa el botón del piloto y luego aprieta el gatillo.
La llamarada cubre el cuerpo del
criminal y Piero se zafa de la bota de este y se lanza al vacío. El lanzamiento de Bradley fue bien calculado. Pedro cae parado en
el corredor del nivel superior, mientras la caída de Piero, es amortiguada por
Bradley. “El Chigüire” es consumido por las llamas y los gritos horrorosos de
la calavera ardiente, despiertan a Horacio. “El Chigüire” cae al vacío como una
bola de fuego, que al chocar con el suelo se convierte en una humareda. Sólo
algunos huesos quemados quedan del gran Pran de los llanos occidentales.
Afuera de la planta de
aceite, están las dos camionetas de “La Hermandad” esperando para la retirada.
La nube de dinero atrajo gente de los caseríos aledaños y la policía de
Calabozo no tardará en llegar al lugar.
-Vas a necesitar un
ginecólogo para que te examine esa herida- dice en tóno jocoso @Corpuscristi a
Horacio, mientras Bradley trata de cerrarle la herida en la frente con grapas quirúrgicas.
Horacio y Pedro son dejados
cerca de la sede de la PTJ. Al cruzar la calle se encuentran con que los
Bomberos están tratando de sofocar un incendio en el cuarto de archivos de la
división contra el crimen organizado. Tal parece que parte del expediente del “ESTADO
MALANDRO”, específicamente del “Chigüire”, se ha quemado.
La luz de la estrella “Delta
Andromedae” continúa iluminando el campo alrededor de los dos Cujíes de la Granja
“La Bola”.
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Dedicado a la memoria de los inocentes
asesinados por la banda del Picure.
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